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Abierto por Semana Santa

  • Casi una decena de bares se han inaugurado en el centro y sus aledaños en el último mes y medio, destacando la calle Algarve y la Plaza del Arenal

Desde hace unos años, aunque con especial frecuencia en los últimos meses, el centro de la ciudad se ha convertido en una especie de parqué inversor de la hostelería. Este impulso empresarial se ha incrementado aún más en la última semana, con motivo de la Semana Santa. De esta forma, son muchos los hosteleros de la ciudad que han aprovechado el tirón de esta festividad para abrir o reabrir su negocio.

Lo cierto es que en el último mes y medio en el centro de la ciudad y en las zonas más próximas a este, se ha multiplicado el número de establecimientos de hostelería. La mayoría de ellos son de nuevo cuño, aunque en otro porcentaje se trata de reaperturas de negocios anteriores y en menor medida, aperturas centradas únicamente en explotar la Semana Santa.

La mayoría de ellos son de nueva apertura aunque también hay diversas reaperturas

De las zonas más céntricas, la Plaza del Arenal y la calle Algarve parece que se han convertido en enclaves propicios para montar un bar. Así lo recogen las estadísticas, que hablan de aperturas de este tipo de negocios en un alto porcentaje en los últimos cuatro años. Los más recientes, el Chicharón, situado junto a la Puerta Real y con parte de la muralla antigua de la ciudad en su interior, y la Cervecería Real, situado en la misma zona.

Pero si hay un lugar en el que la proliferación de establecimientos de hostelería ha crecido notablemente en el último año, ese es el entorno de la calle Algarve. Así, desde que en octubre se abrió el nuevo Tabanco Plateros en el número 35, ha habido varias novedades. Uno, el denominado 'Sin bulli', que lo encontramos en la Plaza de la Yerba, otro, recién inaugurado hace unos días, 'La cazuela de la abuela', se encuentra en plena calle Algarve, mientras que el más arriesgado, de nombre Sherrymar, ocupa el local de la conocida tienda de pieles Zerimar, en la Plaza del Progreso. Su apuesta va mucho más allá del simple concepto del bar, y en su interior encontramos todo tipo de productos, desde aceites a vinos de la tierra.

Como novedad dentro de la zona céntrica encontramos un nuevo negocio con el sello de una de las familias hosteleras más conocidas de la ciudad, los Benicio. Así, Felipe Benicio, hijo del añorado propietario de la Cepa de Oro, ha inaugurado estos días un establecimiento en la calle Santa Rosa que se caracteriza por la variedad, ya que en él encontramos desde bocadillos hasta pescado frito para llevar.

En esa misma zona, concretamente en la calle Eguiluz, también ha abierto sus puertas recientemente el Tabanco Eguiluz, un pequeño enclave gustosamente decorado y que nos transporta, en apenas unos pocos metros, a aquellos antiguos tabancos que hace años reinaban en la ciudad.

En el capítulo de las reaperturas aparece La Maceta, que tras varios meses cerrado y de reformas ha reabierto con nuevo propietario. Dentro de este grupo encontramos también, aunque ya no tan al centro de la ciudad, a la mítica 'Gitanería' en el corazón del barrio de Santiago. Ahora, tras bastante tiempo cerrada, el pasado mes de marzo recuperó la vida de la mano de la familia Carrasco que ha bautizado a este nuevo negocio como 'Rinconcito flamenco'.

En esa lista de aperturas existen también negocios que abren sus puertas expresamente para hacer caja en esta Semana Santa. Uno de ellos lo encontramos en la Plaza Peones, que con el nombre de 'El papelón' ofrece al cliente la llamada 'comida rápida' de estas fechas, es decir, desde montaditos a pescado frito.

Esta dinámica de apertura de negocios de hostelería contrasta con la existente hace unos años, cuando el centro se caracterizó por una nueva hornada de tiendas. Es más, las previsiones es que sigan proliferando los bares en diversas calles del centro de la ciudad, algo que ya ocurre en otras grandes ciudades españolas.

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