Las administraciones públicas han activado hoy un dispositivo de carácter «excepcional» para tratar de responder al temporal de lluvia y viento que está azotando estos días la provincia de Cádiz y que tiene su epicentro en el término municipal de Jerez.

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, ha anunciado en rueda de prensa la constitución de una comisión técnica de seguimiento en la que participan distintas consejerías de la Administración autonómica, así como los cuerpos de Seguridad del Estado y la Subdelegación del Gobierno.

Esa comisión técnica cuenta ya con un Puesto de Mando Avanzado (PMA), que tiene su base en Jerez y que está siendo coordinado por el servicio de Emergencias 112 Andalucía.

Se trata de atender las posibles consecuencias que se deriven en los próximos días de los desembalses de agua que se están realizando en los pantanos de la cuenca del Guadalete, con el objetivo de «garantizar la seguridad» de los habitantes de los núcleos rurales enclavados en las riberas del río.

Según Pizarro, a pesar de las lluvias registradas en las últimas horas, se puede hablar de «normalidad» tanto en Jerez como en el conjunto de la provincia, ya que gracias a la intervención de «muchos profesionales» no se ha registrado «ninguna desgracia» personal.

El consejero ha explicado que sólo en el término municipal de Jerez se registraron durante el día de ayer precipitaciones de 115 litros de agua por metro cuadrado, con 85 litros entre las 20.00 y las 23.00 horas.

El operativo conjunto permitió que durante la pasada madrugada fueran evacuadas de sus domicilios «todas aquellas personas que podían encontrarse en situación de riesgo» debido a la crecida del río Guadalete.

La alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, ha explicado que en las últimas horas se produjo el desalojo de 22 familias de la zona rural, la mayor parte de ellas vecinas de El Portalillo, un núcleo situado en la zona inundable del Guadalete.

Por su parte, la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, ha dado especial importancia a la «seguridad» y ha advertido que las ocho vías que permanecen cerradas al tráfico no se abrirán hasta que no se encuentren en perfectas condiciones.

Una de las carreteras en las que se está actuando de manera prioritaria es la AP-4 que une a Cádiz con Sevilla, donde la circulación quedó interrumpida a primera hora de la madrugada entre los puntos kilométricos 44 y 101, en dirección Cádiz, y entre los kilómetros 85 y 45 en dirección Sevilla.

El aeropuerto de Jerez permaneció desde la noche de ayer cerrado al tráfico, aunque ha vuelto a estar operativo a las tres de la tarde, una vez que se retiró el barro acumulado sobre la pista de aterrizaje.

Más imprevisible es el restablecimiento del servicio ferroviario entre Sevilla y Cádiz, ya que el trazado se encuentra cubierto por las aguas a la altura del término municipal de Lebrija, en la provincia de Sevilla.

En la zona urbana apenas se han registrado incidentes de especial relieve, más allá de algunos socavones en la vía pública y de la anegación de algunas viviendas y garajes.