Educación permanente

Actualización del aprendizaje

  • A propuesta del CEPER 'Victoria Alba', publicaremos artículos sobre educación permanente

Al igual que en grandes ciudades como Lisboa o Londres, tras un incendio en las viviendas de la Bodega Álvaro Domecq, los trabajadores, con todas sus familias, se trasladaron algo más abajo a lo que se conocía como "el pozo de la víbora". Era el año 54 cuando empezó a construirse "La guita", un barrio tan pequeño que no se media con metro, sino con una cuerdecilla. Más tarde, el ayuntamiento compró los terrenos circundantes para planificar urbanísticamente lo que hoy se conoce como Picadueñas.

Por aquel entonces, los niños de familias poco pudientes iban al "Cortijillo", una casa de vecinos donde unas monjas se encargaban de educar a los más pequeños. Esta primera guardería pasaría a llamarse 'Nuestra Señora de la Paz'.

Desde el año 61, los niños de primaria ya eran atendidos en el barrio en el colegio 'Nuestra Señora de la Merced'. Primero, niños y niñas acudían a edificios separados por un comedor (hoy almacén de cajas de Madre Coraje), coincidiendo en las mismas aulas años más tarde. En este momento, el colegio recogía alumnado no solamente del barrio, sino también de los cortijos cercanos de la Carretera de Rota y Sanlúcar, de Las Tablas y Mesas de Asta.

Poco a poco, la escasa matriculación hace que se cierre el centro y los alumnos se remiten a colegios cercanos, como 'Luis Vives' y 'Miguel de Cervantes'. Cerrado el centro de Educación Primaria en el año 2000, es en el 2001 cuando empieza a funcionar la Educación Permanente. Este primer año ya con dos turnos, el primero con 12 alumnos y el segundo con 8. Gracias a la labor del alumnado, el edificio, antiguo, con más de 50 años, es acondicionado para dar clase a personas adultas.

Este es ya su octavo año de funcionamiento como centro de Educación Permanente y han pasado por él profesionales como las señoritas Magdalena, Mari Carmen, Lourdes y Beatriz, que han contribuido a mejorar el nivel académico de la Educación Permanente en esta Barriada.

Este año, como novedad, se ha montado un aula de informática con 4 ordenadores, para que todos puedan acceder a las últimas tecnologías. La matrícula ha subido hasta 36 alumnos y alumnas entre los dos turnos, fruto de las campañas de captación realizadas por los anteriores profesionales que trabajaron aquí.

El futuro es muy prometedor, ya que, constantemente, recibimos personas interesadas en matricularse. Soñando despierto, paseando por un antiguo colegio donde sólo utilizamos un aula y las otras 5 están tal y como lo dejaron los niños de primaria hace tan solo 8 años, espero que en años venideros se puedan llenar con clases de Nivel II y de Secundaria y así conseguir el mejor nivel académico posible para una barriada como Picadueñas.

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