Una médico del centro de salud de San Telmo sufrió ayer una agresión por parte de una paciente a la que se negó a recetar fármacos tranquilizantes. La mujer entró en la consulta por urgencias, y al encontrarse ya en tratamiento, la doctora la derivó a su médico. Sin darle tiempo a reaccionar, según comentaron compañeros de la agredida, la usuaria le propinó un tortazo en la cara y la arañó, provocándole hematomas y una crisis de ansiedad que le impidió seguir pasando consulta. La médico se ha dado de baja y la agresión se ha puesto en conocimiento tanto del director del centro, para que se ponga en marcha el protocolo ante agresiones que tiene establecido el Servicio Andaluz de Salud (SAS) como del abogado del Colegio de Médicos de la provincia, para la interposición de la correspondiente denuncia.

La agresión, que se produjo poco antes de las tres de la tarde, ha incrementado el malestar que existía ya entre los profesionales de este centro de salud que, según afirman, soportan con relativa frecuencia la presión de los toxicómanos que acuden a las consultas en busca de fármacos.

Pese a que el vigilante de seguridad se encontraba en ese momento en el centro de salud no pudo hacer nada por evitar la agresión, ya que la doctora no tuvo tiempo de avisarle ni tan siquiera de tocar el llamado timbre 'antipánico' del que disponen las consultas precisamente para este tipo de incidentes.

Los médicos del centro de San Telmo exigieron ayer que el vigilante de seguridad permanezca durante todo el horario de apertura del centro, ya que actualmente sólo está en horario de mañana. "Creemos que es un elemento disuasorio, aunque no quiere decir, como pasó hoy (por ayer), que no puedan ocurrir agresiones mientras él está. Lo cierto es que la mayoría de los incidentes que ha habido se han producido en su ausencia. Muchos toxicómanos se saben ya el horario del vigilante y vienen cuando se ha ido", señaló uno de los médicos del centro, que preparan para los próximos días un escrito de repulsa e incluso una concentración.

La agresión ha servido también para que algunos facultativos recordasen las polémicas declaraciones del delegado provincial de Salud, Hipólito García, sobre la existencia de bolsas de ineficacia laboral. "Precisamente por ser eficiente, y no recetar las pastillas te parten la cara. Si no fuéramos eficaces, nos quitaríamos de problemas y daríamos las recetas".

Hay que recordar que las últimas agresiones a personal sanitario han sido juzgadas ya como delito de atentado contra funcionario público y no como falta, una medida que ha sido aplaudida por los profesionales y también por el Servicio Andaluz de Salud. Hace un mes se conoció una sentencia que condenaba a un año y tres meses a los dos agresores de una enfermera del servicio de Urgencias del hospital y pocos días después otro juzgado de Jerez condenaba a nueve meses de prisión a otra persona que agredió a un médico, también en Urgencias del hospital, uno de los servicios más conflictivos y donde se producen más incidentes de este tipo.