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Jerez, tiempos pasadosHistorias, curiosidades, recuerdos y anécdotas

Apuntes para una historia de la banda municipal de música (y II)

  • Al primer director de la Banda, Germán Alvarez Beigbeder, le sucedieron en el cargoMoisés Davia Soriano y Joaquín Villatoro Medina, los cuales dieron un gran impulso a dicha agrupación musical que hoy dirige, brillantemente, Francisco Orellana Gómez. Gracias a Moisés Davia Soriano, la Banda de Música sería básica para la creación de la desaparecida Orquesta Sinfónica y Orfeón Jerezano. ARCHIVO DEL AUTOR

TENEMOS las fechas exactas de los demás ingresos en la banda, pero para no alargarnos en demasía, diremos que, en las siguientes fechas, hasta el 8 de octubre de 1930, conforme se fueron realizando las oposiciones, ingresarían por este orden los siguientes componentes de la misma: José Rivera Centeno, que ya era profesor, como flauta; Manuel Benito María de la Paz, fliscorno, profesor de cuarta clase; Juan Puerto Pérez, bajo, profesor de segunda; Antonio Romero Arana, trombón segundo, profesor de tercera; Manuel Rodríguez Expósito, timbalero, profesor de segunda; Carlos Rodríguez Martínez, trombón primero, profesor de segunda; y Antonio Martínez Quintanilla, trombón segundo.

El 13 de octubre, la Permanente Municipal aprueba la propuesta del director de la banda, Germán Alvarez Beigbeder, para que ocupe la plaza de profesor de primera clase, instrumento oboe, el músico Teófilo Jiménez Martín. Y con la creación de la Banda de Música, se forma un reglamento para regular el funcionamiento de la misma. Luego, desde 1931 en adelante, habría algunos cambios y nuevos ingresos, como el de Jesús Mediano Millán, profesor de primera clase, instrumento fliscorno solista; Ignacio Yagüe Crespo, trompa, profesor de primera clase; Fernando Asenjo de Frutos, bajo, profesor de segunda; se contrata a José Rivero Picón, como clarinete y se nombra profesor de dicho instrumento a José González Herrera.

El 7 de noviembre de 1930, la Permanente había aprobado otra propuesta de don Germán, para admitir en la banda, en calidad de educandos, sin retribución ni derecho alguno, a cambio de la educación musical que reciban, a Francisco de los Ríos Sánchez, Juan Montes Organvides y a los hermanos José y Pedro Ramos Cabrera. Se contrata como profesor de saxofón a Francisco Ruiz Simón. Este y Rivero Picón, no eran jerezanos, como el resto de los miembros de la banda. Las seis plazas de profesores de primera habían quedado incrementadas a nueve, con las contratas de Ochoa, Rivero y Ruiz Simón, "dada la mediana actitud de algunos de los elementos reunidos anteriormente", según informaba el director Alvarez Beigbeder.

Por acuerdo capitular de 25 de enero de 1938 y a propuesta del teniente alcalde delegado de Instrucción Pública, Ángel Rodríguez Pascual, se creó el Servicio de Instrucción Musical Complementaria y Canto, en las escuelas de primaria, designándose profesor encargado de dicho servicio al director de la banda, Alvarez Beigbeder. Una idea que sería pionera en la iniciación musical en las escuelas públicas españolas.

Pasan los años y la Banda Municipal de Música de Jerez se va consolidando, al tiempo que en la misma se producen importantes bajas, por lo que, pasada la guerra, a través del Boletín Oficial de la Provincia, de fecha 2 de febrero de 1942, se convocan oposiciones, para cubrir las siguientes plazas que habían quedado vacantes:

Una de requinto, otra de clarinete y otra de trompeta, con la categoría de profesores de primera clase y un haber anual de tres mil pesetas, cada una; dos de clarinete, un saxofón tenor, un trombón y una de bajo, con la categoría de profesores de segunda clase y sueldo anual de dos mil quinientas pesetas; y un clarinete, un saxofón barítono, un fagot, un trompeta y un trombón, con la categoría de profesores de tercera y sueldo de mil quinientas anuales. Todos, con derecho a quinquenios y otros complementos. Es cuando ingresan en la misma los hermanos Luis y Manuel Amaya Carmuega; Jesús Navarro, Ildefonso Gallardo, Manuel Rodríguez, Antonio Hernández, Fernando Sánchez, Enrique Duplain, Manuel Torres, Antonio Guerrero, Manuel Cauqui y otros, nombrándose copista a Teófilo Jiménez. A la mayoría de ellos y a otros más veteranos, llegaría este cronista a conocerlos y a tratarlos personalmente, durante muchos años.

El 19 de marzo de 1948, día de San José y vísperas de Semana Santa, a medio día, en el patio del Ayuntamiento, la Banda Municipal da un Concierto Extraordinario de Música Religiosa que habría de quedar, para siempre, en los anales de esta agrupación, pues bajo la dirección de don Germán, se interpreta la "Coral de la Cantata 140" de J. S. Bach; el "Stabat Mater, de J. B. Pergolesi; el preludio y "Los encantos del Viernes Santo", de "Parsifal", de Wagner; y el "Miserere de Jerez" de Hilarión Eslava. Esa Semana Santa, la banda tocaría acompañando a las hermandades de la Coronación, Cristo de la Viga, Desconsuelo, Prendimiento, Dulce Nombre y Cristo de la Expiración. En total, por estas seis actuaciones, la banda cobraría cinco mil ciento treinta pesetas; siendo la que más pagó, la del Prendimiento, a razón de mil ciento setenta pesetas; y la que menos, la Viga que abonó tan solo cuatrocientas cincuenta pesetas.

En 1954, siendo alcalde de Jerez, don Alvaro Domecq y Díez, al jubilarse don Germán Alvarez Beigbeder, que tanto impulso había dado a la Banda Municipal de Música, se convoca oposición para ocupar su plaza, presentándose a la misma dos jóvenes y extraordinarios músico. Se llaman Moisés Davia Soriano y Joaquín Villatoro Medina, ganando la plaza el primero de ellos, natural de Chinchilla de Montearagón (Albacete), donde había nacido el 16 de febrero de 1922. Tenía, pues, 32 años de edad y había sido primero de su promoción, en 1948, en la escala de directores de banda de segunda categoría. Hasta entonces, había sido director interino de la Banda Municipal de Santiago de Compostela.

Doce años después, nuevamente queda vacante la plaza de director de la banda, que previo concurso, convocado el 11 de marzo de 1966, y tras reñida oposición con otros veintitrés directores que optaban al cargo, consigue el músico cordobés de Castro del Río, Joaquín Villatoro Medina; quien tomó posesión de su cargo, a las doce horas del 27 de abril de 1967, ante el Oficial Mayor Letrado, don Salvador Salvago Mora, en funciones de Secretario General de Ayuntamiento.

A partir de Davia Soriano y de Villatoro, la Banda Municipal de Música adquiere un mayor relieve e importancia, consolidándose como una de las mejores de Andalucía. Y la Escuela Municipal de Música, creada para los educandos de la banda, daría paso a la fundación, en tiempos del alcalde Tomás García Figueras, del Conservatorio Municipal de Música y Arte Flamenco, aprobado en Consejo de Ministros de 30 de abril de 1964, del cual quien esto escribe y firma tuvo el honor de ser primer secretario, al tiempo que profesor de historia y estética de la música y del flamenco, a las órdenes de su primer director el maestro Villatoro, de grato recuerdo, cuyo nombre ostenta hoy con orgullo nuestro Conservatorio Profesional de Música. Don Joaquín fallecería en Madrid, el 8 de febrero de 1987, y sus restos reposan en su tierra natal, Castro del Río.

El maestro Villatoro se había jubilado en 1981, después de dirigir brillantemente la banda, así como el conservatorio, la Orquesta Sinfónica y el Orfeón Jerezano que había fundado su antecesor, Davia Soriano. Interinamente le sucedería José Ramos Cabrera, profesor de solfeo, clarinete y saxofón de la escuela, y clarinete solista de la banda y orquesta. Hasta que, en 1985, se hace cargo de la dirección de la banda el actual director de la misma, Francisco Orellana Gómez, que ya anteriormente había pertenecido a la banda municipal de Santa Cruz de Tenerife y había sido músico de la Armada; ejerciendo también, ocasionalmente, su profesión en EEUU y en Sudamérica. Entre 1981 y 1998 dirigió también el Conservatorio Municipal de Jerez, siendo profesor del mismo, entre 1999 y 2004. Actualmente, la Banda Municipal de Música de Jerez, bajo la experta dirección de Francisco Orellana, continúa cumpliendo eficazmente con todos los objetivos para los que fue creada: amenizar actos oficiales, dar conciertos públicos y participar en los principales eventos y fiestas de la ciudad; acompañando también, en sus desfiles procesionales, a algunas de las principales cofradías de nuestra Semana Santa.

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