Jerez

'El Bosque', sin dueño 40 años después

  • Uno de los grandes referentes de la cocina local cumple el plazo de la concesión que tenía adjudicada

Imagen captada ayer por la tarde de las instalaciones del restaurante 'El Bosque' en la avenida Alcalde Álvaro Domecq.

Imagen captada ayer por la tarde de las instalaciones del restaurante 'El Bosque' en la avenida Alcalde Álvaro Domecq. / pascual

Uno de los principales referentes hosteleros de Jerez está en 'stand by'. El restaurante 'El Bosque', buque insignia de uno de los principales caterings de España como es 'Alfonso', ha cumplido el periodo de concesión municipal. Según comentó a este medio el delegado municipal de Urbanismo, Francisco Camas, en breve se ofrecerá el correspondiente pliego para que quienes deseen optar por la explotación de este magnífico espacio puedan hacerlo. Es incluso posible que 'Alfonso Catering' opte de nuevo al mismo. La empresa aún debe adoptar una medida a este respecto.

La última concesión municipal (ya que el edificio y los terrenos sobre los que se asientan son patrimonio de todos los jerezanos) duró 40 años, durante los cuales los hermanos Rodríguez, Alfonso y Antonio, dieron rienda suelta a un nuevo estilo hostelero que, finalmente, fue la esencia de lo que hoy se ofrece en toda España. 'El Bosque' siempre ha sido una referencia y, de hecho, no han sido pocas las personalidades que se han pasado por sus instalaciones, desde Antonio Banderas y su ex esposa hasta miembros de la Casa Real y el príncipe de Edimburgo. "Por aquí ha pasado la crema de la crema", refiere el veterano Alfonso Rodríguez a quien es imposible sacar datos o anécdotas de dichas visitas: "La discreción siempre ha sido una de las señas de identidad de 'El Bosque' y lo seguirá siendo por siempre", asegura taxativo.

Los inicio se remontan, como ha quedado dicho, a hace cuarenta años. Por entonces el edificio era de la empresa bodeguera jerezana Valdespino. Fue entonces cuando los hermanos Rodríguez compraron las debidas acciones y se quedaron con el mismo bajo concesión municipal. Era alcalde por entonces Álvaro Domecq y Díez. El edificio en cuestión fue construido en los primeros años 50. Es reseñable que se ha convertido, con el paso de los años, en una de las señas de identidad de la Navidad jerezana ya que su exorno de luces (siempre muy cuidado por Alfonso Rodríguez) vino a anunciar a los jerezanos la llegada del 25 de diciembre. Este año (aún no se sabe, aunque es posible) quizás luzca apagado.

Los orígenes de 'El Bosque' están ligados de forma indefectible a la figura de un cocinero bohemio y genial como fue José María Garastazu, un hombre vasco que fue capaz de hacer tal cocina que incluso sus paisanos no dudaban en bajar a Jerez para deleitarse con sus especialidades de la cocina del norte.

"Los tiempos han ido cambiando", destaca Alfonso Rodríguez. De los años 'dorados' de restaurante 'El Bosque' a la actualidad todo ha cambiado. Pese a ello, un lugar de referencia, de buena y alta cocina sigue siendo necesario en la ciudad. Alfonso, veterano y experto donde los haya, reconoce que en estos años "hasta el modelo de relaciones públicas ha cambiado", en clara alusión a lo que el 'Gran Jerez' generaba, tanto a nivel de empresarios como de bodegas. Todo eso ya se ha difuminado.

Pese a todo, y lleva toda la razón, Alfonso Rodríguez señala que "el catering como lo conocemos en la zona lo inventé yo". "Desde entonces -apunta- nos hemos dedicado a esto. Lo hemos hecho siempre de la mejor forma, aportando, dando puntadas que permitieran ofrecer un servicio mejor. El tiempo nos ha dado la razón", destaca.

A la hora de resumir la despedida, Alfonso Rodríguez destaca que "los negocios son los negocios y el pragmatismo natural del empresario es el mismo negocio". Ahí quedan para el recuerdo servicios de primerísima categoría como, por ejemplo, el dispensado a todos los jefes de estado hispanoamericanos durante la Cumbre de 2012 o los caterings prestados al Gobierno de la nación. "La noción siempre ha sido ser discretos. Nadie debe saber a quién has dado o no has dado de comer. Tu trabajo es prestar ese servicio y que el cliente salga satisfecho. Lo demás no importa. La casa está ahí y creo que la 'marca Alfonso' la llevará por los restos. No sé si optaremos a ella de nuevo pero si algo claro queda es que esa casita en la avenida ya forma parte del patrimonio municipal. Y debe ser cuidada".

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