Sin que Ebro Puleva haya desvelado aún la incógnita de la posible venta o escisión y salida a bolsa de su negocio azucarero, los agricultores y la Junta de Andalucía se reafirmaron ayer en Jerez en su firme decisión de mantener la actividad remolachera desde la colaboración mutua.

La jornada sobre el futuro de la actividad remolachera organizada por COAG (Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas) y que contó con la asistencia de unos 250 cultivadores sirvió ayer de escenario para analizar la cruda realidad del sector, sobre el que el consejero de Agricultura, Martín Soler, reconoció que los planes de reestructuración de la industria derivados de la reforma del azúcar ha tenido un impacto "brutal".

"Pero ahora -señaló Soler- lo que tenemos que hacer entre todos es apoyar al sector, a los agricultores, ayudarles para que se pueda mantener la actividad", reto para el que "necesitamos que los cultivadores se comprometan a sembrar".

En este sentido, el titular andaluz de Agricultura, quien inauguró la jornada acompañado por la alcaldesa, Pilar Sánchez, subrayó el "esfuerzo de difusión" realizado por COAG para que los remolacheros "conozcan las medidas de apoyo al sector", que según recordó el secretario general de la organización agraria, Miguel López Sierra, consisten básicamente en el establecimiento de sendas ayudas de 5 y 4 euros por tonelada que concederán la industria y el Gobierno andaluz, respectivamente, en respuesta a las presiones del sector para compensar el recorte de precios auspiciado por la reforma comunitaria.

Estas primas, prosiguió López Sierra, "permitirán una viabilidad momentánea del cultivo hasta que entre el segundo periodo de la reforma, en la campaña 2009-2010, en la que la Unión Europea incrementará el precio 6 euros la tonelada".

Echando la vista atrás, el secretario general de COAG reiteró su total desacuerdo con una reforma que ha provocado el abandono del 50% de la producción en España y de más del 70% en Andalucía tras un "nefasto" proceso de negociación. Y de cara al futuro, López Sierra expresó su preocupación ante los planes de venta del negocio azucarero por parte de Ebro Puleva, un gigante agroalimentario que "hemos construido entre todos, que ha recibido mucho apoyo público, mucha financiación de las instituciones públicas, como para que ahora pongan en peligro la poquita actividad que le puede quedar al sector", por lo que hizo un llamamiento "a la responsabilidad de todos para generar la situación más ótpima posible que permita mantener la producción".

El consejero de Agricultura se anticipó al llamamiento del responsable de COAG, ya que momentos antes aseguró que aunque la posible venta es competencia en exclusiva de Ebro Puleva, "el Gobierno andaluz va a exigir a la empresa actual o a la que venga, si es que viene alguna, que cumpla los compromisos del plan de reestructuración", es decir, "que mantenga las inversiones y el empleo".