Horas antes del fin de año de 1886, comerciantes e industriales de la ciudad reunidos en asamblea fundaban la Cámara de Comercio de Jerez, cuya presidencia recayó en José de Bertemati y Troncoso, primer marqués de Bertemati y representante del sector bodeguero, en torno al que giraron los primeros asuntos de calado que abordó la institución. Mientras el mundo asistía al nacimiento de la Coca Cola y a la presentación del primer prototipo de Mercedes Benz, la Cámara de Comercio de Jerez defendía los intereses de las bodegas jerezanas en un nuevo modelo empresarial basado en el libre mercado y que rompía con el encorsetamiento de los gremios tradicionales.

125 años después, la Cámara de Comercio e Industria de Jerez, curiosamente bajo mandato de otro bodeguero, Jesús Medina Cachero, conmemoró ayer en su sede a espaldas de la Moncloíta la s en un acto sobrio en el que estuvo arropado por el delegado provincial de la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes, Manuel González Piñero; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero; y los presidentes del Consejo Superior y el Consejo Andaluz de Cámaras, Manuel Teruel -en su primera visita oficial a Andalucía desde su elección en mayo- y Antonio Ponce, respectivamente. El acto, amenizado por una orquesta de cámara y patrocinado por La Caixa, Diario de Jerez y Grupo Romero Caballero, contó con la asistencia de representantes municipales y de la oposición, así como responsables de otras cámaras andaluzas, de la Confederación de Empresarios de Cádiz, del sector del vino y del mundo empresarial.

Tras el breve repaso de los orígenes y de los acontecimientos mundiales coincidentes en el tiempo, Jesús Medina destacó la actual madurez y nivel de prestigio alcanzados por la Corporación, fruto de la valentía, la audacia y el tesón de todos los miembros del pleno y los presidentes que han dirigido la institución en estos 125 años, relación que comienza por el marqués de Bertemati y en la que figuran Manuel Antonio de la Riva (1888-1900), Manuel María González Soto (hasta 1907), Heriberto Ruiz Pérez (hasta 1933), José de Soto Abad (hasta 1949), Juan Palomino Jiménez (hasta 1968), Juan Puerto Aragón (hasta 1975), Juan Puerto Andrade (hasta 1982), Francisco Cañete Sánchez, Manuel de Ysasi y Díaz (hasta 1991) y Antonio del Puerto Sánchez, presente ayer en el acto y que ostentó el cargo hasta 1998, año en el que fue sustituido por el actual presidente.

En un día de agradecimiento a los empresarios y comerciantes que constituyen el "alma" de la Cámara, a las instituciones y al personal de la institución, Medina hizo especial hincapié en la difícil situación a la que se enfrentan las corporaciones camerales por la conjugación de la crisis económica y la normativa estatal que les ha privado de más de la mitad de sus ingresos con la supresión de la cuota que antes estaban obligados a pagar los profesionales autónomos.

En este contexto, el presidente de la Cámara de Jerez subrayó el esfuerzo que están realizando "refundarnos y buscar nuevas vías de financiación", pero "en eso estamos, no nos hemos parado y seguimos caminando", significó Medina, quien aludió al reciente convenio de colaboración suscrito entre las cámaras y la patronal -de ámbito estatal y andaluz- para unir fuerzas en un momento de "especial dificultad" en defensa de los empresarios.

Los integrantes de la mesa presidencial coincidieron en sus respectivas intervenciones con Medina tanto en la importante labor que desarrollan las cámaras como en su optimismo sobre su futuro por su aportación a la generación de riqueza y empleo, labor en la que representan el primer eslabón.

En este sentido, el delegado provincial de Turismo, Comercio y Deportes de la Junta, Manuel González Piñero considera que la actual etapa es tan difícil como apasionante, de ahí sus palabras de ánimo para que las cámaras "sigan trabajando en su importante papel dinamizador para el desarrollo de la economía".

En su turno de palabra, Santiago Herrero, presidente de la patronal andaluza, destacó la estabilidad de la corporación jerezana y la gran labor desempeñada en sus 125 años de historia, "los primeros de la Cámara de Jerez", dijo. El presidente de la CEA se centró en la colaboración entre ambas instituciones, "trabajo conjunto que se inició en 2002 y que se consolidó en 2007 con la firma de un acuerdo", recordó, al tiempo que significó la importancia del nuevo convenio de colaboración suscrito el pasado mes de enero ante "la inquietud en el panorama de la representación empresarial sembrado por la nueva normativa", que permite además tener una "voz única" en la defensa de los intereses de los empresarios de cara a la negociación de la nueva ley anunciada por el Gobierno .

El principal reto al que se enfrentan las cámaras, según el presidente de su Consejo Andaluz, Antonio Ponce, es el de "atender más necesidades con menos recursos", pues "la crisis nos ha dado en la línea de flotación y la norma nos ha privado de nuestra principal fuente de ingresos", por lo que "hay que hacer un esfuerzo para seguir adelante".

En el camino trazado por Ponce, la Cámara de Jerez "por su trayectoria, tradición y solera", es un ejemplo a seguir, "un estímulo en la búsqueda de nuevos horizontes y en la mejora del tejido productivo". "Jerez se abrió al mundo y rompió con el feudalismo con el intercambio comercial que tuvo su origen en los vinos", actividad que le ha dado "prestigio en toda España por la importancia de sus hitos agroindustriales" y que le ha permitido estar "a la vanguardia". "El éxito no se alcanza sin esfuerzo", apostilló Ponce.

El presidente del Consejo Superior de Cámaras de España, Manuel Teruel, contagiado del optimismo reinante en la mesa, abrió su intervención con un mensaje alentador: "Las mejores páginas en la historia de las cámaras están por escribir".

Y en ese relato histórico, la pyme (pequeña y mediana empresa), a la que las cámaras dirige sus esfuerzos y servicios, cobra especial relevancia porque "es la que va a crear los primeros empleos". "Hace falta refundar las cámaras para dar servicios a esas empresas, porque el emprendedor es el que se va a tirar a la piscina, a invertir y crear empleo", señaló Teruel, quien para "salir de este tránsito" -en alusión a la crisis y a la ley de Cámaras- se comprometió a liderar un trabajo serio para hacer más eficientes los servicios y agilizar la aprobación de la nueva legislación. La salida a la crisis, que el presidente de las cámaras españolas identifica con un proceso de adaptación a la nueva realidad, está en manos de estos emprendedores, los que con su contribución al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) permitirán que se vuelva a crear empleo, pues a juicio de Teruel, nada se puede esperar de las grandes empresas, las que toman las decisiones a miles de kilómetros y por las que no se les pasa por la mente invertir en el actual escenario de recesión económica.

Ahora más que nunca, las cámaras tienen que mirar a sus orígenes a finales del siglo XIX, cuando los sectores más avanzados decidieron dejar atrás el corsé de los gremios para explorar nuevos caminos, los de la prosperidad que anhelan alcanzar una vez superen los momentos críticos, de los que confían en salir reforzados.