Tierra de nadie

Caridad podrida

Ya escribí hace unos años, en abril de 2014, sobre el oscuro mundo en el que se mueven muchas de las ONGs que llaman a las conciencias de los ciudadanos reclamando un donativo para paliar la hambruna en Etiopía, ayudar en las inundaciones de Bangladesh, o socorrer a los supervivientes del penúltimo terremoto en Haití. Como dije entonces, y repito ahora, muchas más de la mitad de estas organizaciones no rinden cuentas de sus finanzas a nadie y parte de las que lo hacen deberían estar intervenidas o disueltas.

Como a nadie parece importarle, la cosa va a peor, y de vez en cuando ocurre lo que ahora ha vuelto a suceder. 'Diario Crítico' recoge el repugnante escándalo en torno a la ONG Oxfam Intermón a raíz de una información publicada nada menos que por el prestigioso diario británico 'The Times' sobre abuso de poder y explotación sexual en Haití por parte de personal de Oxfam. Según publica 'The Times', "trabajadores de la ONG alquilaron una villa tras el terremoto que causó 300.000 muertos y pagaron los servicios de prostitutas haitianas que acudieron a las orgías vistiendo camisetas de la ONG". "Las bacanales -continúa 'The Times' de acuerdo a la información a la que tuvo acceso- se enmarcaron en una situación de abuso de poder y acoso ante las mujeres, algunas de las cuales podrían ser menores de edad".

La ONG admite que "algunos de sus trabajadores contrataron prostitutas en Haití tras el terremoto", sostiene que los abusos a niñas menores "nunca fueron probados", y niega estar detrás de un "intento de ocultar" los hechos para preservar su reputación… Sin embargo, según informa 'Diario Crítico', el entonces responsable de Oxfam Intermón en Haití, un tal Roland Van Hauwermeiren, renunció a su cargo sin sufrir medidas disciplinarias por parte de Oxfam, es más, aunque supuestamente había contratado a las prostitutas, la directora ejecutiva de la ONG en aquel momento, Barbara Stocking, le ofreció al belga -según 'The Times'- una salida "por fases y digna", en lugar de despedirlo. Además, los hechos no fueron denunciados ante las autoridades de Haití… así que… ustedes -¡que ya son mayorcitos!- mismos…

Esta ONG, Oxfam Intermón, tiene su sede en Oxford (Reino Unido). El Gobierno de aquel país, que ya ha advertido que "revisará su trabajo con Oxfam tras el escándalo", le entregó -¡ojo!-¡36 millones de euros! en 2017, pero es que la propia ONG reconoce que esta cantidad ¡¡¡"sólo supone el 10% de sus ingresos…"!!!, es decir que 'levantan' unos ¡360 millones de euros al año! Sería fantástico, si el 90%, o aunque sólo fuese el 80%, fuese a parar a los fines para los que pregonan recaudarlos… Oxfam tiene unos 5.000 empleados, 926 de ellos en España, los altos ejecutivos -¿de una ONG?- cobraron en 2015 hasta 140.000 euros al año -sí, de una ONG-. Un 'director de departamento' cobra 60.000 euros/año y un 'responsable de área', 50.000. Consejeros delegados, directores ejecutivos, responsables de área, directores de departamento… miles y miles y más miles de euros en sueldos, salarios, dietas, desplazamientos, gastos varios y… ¿también en bacanales con pobres prostitutas en un país asolado por una catástrofe de proporciones bíblicas??

Pero, ¿hablamos de una ONG, de una multinacional, de un Banco o de una petrolera?, no, no, de una ONG que, eso sí, denuncia a España "por no acoger a más refugiados", "por la desigualdad y la pobreza", y "por la violencia con las mujeres…"; a Paraguay por "no entregar tierras a las familias de Curuguaty"; al BBVA y al Banco Santander por recoger el 25% de sus beneficios en sociedades 'offshore' -dicen-; a Gran Bretaña por los paraísos fiscales; a Europa por la falta de solidaridad; a las empresas del IBEX 35 por ganar mucho dinero, y darles poco, supongo… Quieren cambiar las políticas públicas, la fiscalidad y hasta nuestra Constitución… Pero… ¿a estos los eligió alguien, los votó alguien, representan a alguien, aparte de a los que ellos digan que representan…? Pero… ¿esto, qué viene a ser…?, quiero decir: ¿qué viene siendo esto…? Aparte de lo que parece que es… digo.

Hombres y mujeres de buena fe -portavoces y 'portavozas' todas-, la próxima vez, antes de regalar lo que cada uno pueda y quiera para una buena causa, mire bien quién está entre la causa y usted. Causas, por desgracia, hay muchas… demasiadas; canallas miserables que utilizan la caridad de las buenas gentes para satisfacer sus repugnantes podredumbres también hay muchos, demasiados…

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