Vivir en una urbanización con piscina se ha convertido en un lujo inalcanzable para el común de los jerezanos, para los que mayoritariamente pasará desapercibida, al menos los primeros años, la repercusión para sus bolsillos de los nuevos valores catastrales de los espacios comunes.

El caso de la urbanización El Bosque, en la que estas zonas deportivas y de ocio cotizan como parcelas independientes, aunque bajo titularidad de la mancomunidad de propietarios, ha hecho que, sin embargo, aflore la cruda realidad de la revisión catastral realizada en Jerez, que no es otra que las dos piscinas, las pistas deportivas, el parque infantil y las zonas verdes tengan un valor catastral de 30 millones de euros -el equivalente a 5.000 millones de las antiguas pesetas- frente a los 250.000 euros -41,5 millones de pesetas- del valor base vigente hasta el 31 de diciembre de 2007.

No se trata de ningún error aritmético. Según ha podido constatar la comunidad general de propietarios -en El Bosque hay una comunidad por cada bloque y otra general para los espacios comunes-, es el cálculo exacto al que conduce la ponencia de valores para la revisión catastral de Jerez y por la que, en función de los criterios establecidos por el Catastro, la ciudad se incluye en la primera categoría, a la que se aplican los módulos de valores del suelo y las construcciones con los máximos que permite la ley.

La macro-comunidad de El Bosque ya tiene preparado el recurso de lo que su presidente, Pedro López, considera a todas luces un "disparate inadmisible", ya que, en términos relativos, el valor catastral de la piscina principal, las pistas deportivas y el parque infantil, que ocupan 13.100 metros de suelo no edificable, suponen una subida del 9.000%, desde 146.457 euros de 2007 a los 26,6 millones ahora vigentes.

La segunda piscina, construida sobre una superficie total de 1.758 metros, presenta cifras algo más moderadas, aunque no por ello menos desorbitadas, según López, ya que el aumento en este caso es del 4.500%, desde poco más 102.753 euros hasta 3,5 millones. Luego algo más de 30 millones de euros en total para dos piscinas en cuya construcción se han invertido 120.000 euros.

En tono irónico, la comunidad de esta urbanización mostró ayer su disposición a ceder las instalaciones comunes al Ayuntamiento previo pago, eso sí, de los sesenta millones de euros a los que cotizaría en el mercado libre, ya que la ley establece que el valor catastral debe situarse en el entorno razonable del 50% del de mercado.

En los primeros años, los vecinos podrán hacer frente a la nueva situación por la demora decenal que aplica el Catastro para que los nuevos valores se correspondan con la base liquidable para el pago de impuestos, entre ellos el IBI, en el que también se beneficiarán de la bonificación aprobada por el Ayuntamiento y por la que se limita al 7% la subida del recibo para este año.

En concreto, en el presente ejercicio fiscal a cada vecino -en El Bosque son 600 propietarios- le corresponderá pagar 5 euros por el uso y disfrute de los espacios comunes. Ahora bien, la comunidad alerta del impacto que puede tener la revisión catastral a medio plazo, que es donde está la trampa, pues la ley establece límites temporales para las bonificaciones y, en el supuesto de mantenerse el tipo actual del 1,167 que rige para el IBI -hay que recordar que la alcaldesa se ha comprometido a bajar en 2009-, el coste por vivienda sería de 588 euros.

Desde El Bosque recomendaron ayer al resto de comunidades de vecinos con piscina, pistas deportivas... que miren con lupa la repercusión de los espacios comunes, que a diferencia de lo que ocurre en esta urbanización, vendrá reflejado en el de sus viviendas. La clave, en todo caso, sigue estando en la ponencia de valores, de ahí que como otros tantos colectivos vecinales, El Bosque solicite al Catastro que revise de oficio todos los valores o, en su defecto, a que el Ayuntamiento lo reclame.

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