El Delegado Municipal de Edu-cación, Juan Salguero, destaca-ba la pasada semana la importancia de encontrar un equilibrio entre las actividades propuestas como homenajes conmemorativos o días señalados para reivindicar alguna acción solidaria o educativa y el desarrollo normalizado de las programaciones escolares.

Se refería a que puede llegar a cuestionarse la validez de las propuestas por alejarse aparentemente de los diseños curriculares y ocupar un tiempo destinado a la transmisión de contenidos en la concienciación de temas transversales que no siempre tienen el calado pretendido o la implicación necesaria para justificar la dedicación planificada.

La solución evidente parece estar en desarrollar actividades que, dentro de un proyecto determinado, se introduzcan en los propios diseños curriculares, en la programación de aula, con la casuística intrínseca de cada materia, asignatura o módulo formativo.

La Escuela de Arte de Jerez desarrolla estos días dos proyectos de gran calado y repercusión (al margen de otros que requieren otras acciones importantes). Se trata de la intervención en dos exposiciones: una, fruto del trabajo realizado con motivo de la experiencia del Proyecto de Coeducación "Artemisia Gestileschi" en el Claustro de la Escuela y otra como parte de "El pensamiento en la boca (un proyecto sobre arte, cocina y modos de hacer)" que se celebra en la Sala Cajasol.

La primera exposición, conmeorativa del 25-N, es decir, contra la violencia hacia la mujer y en reivindicación del trabajo de las mujeres artistas que no ha sido suficientemente difundido, cuenta con la participación creativa de alumnos y alumnas que analizaron el papel desarrollado por las mujeres en campos creativos tan destacados como la pintura, la escultura, el diseño de moda o la arquitectura. En esta muestra podemos encontrar las creaciones del alumnado de materias tan dispares como el volumen, el diseño de indumentaria, la arquitectura efímera, el diseño gráfico, la videocreación y un largo etcétera.

La muestra está abierta al público y ya están recorriendo sus instalaciones grupos concertados como centros de educación permanente y colectivos sociales interesados.

Por otro lado, el alumnado de la Escuela de Arte de Jerez también se encuentra colaborando en una curiosa experiencia denominada "Cromofagia", enmarcada dentro de las acciones que han dado lugar al proyecto "El pensamiento en la boca", que se expone hasta el día 20 de enero en la Sala Cajasol de calle Larga.

Esta segunda iniciativa surge cuando Francisco del Río, responsable de la actividad creativa y expositiva de la Obra Social de la entidad organizadora, propone al centro educativo la participación en el proyecto sobre Arte y Cocina (por lo que la actividad artística tiene de transmisión de "recetas", de elaboración de mezclas y de decoración estética de los resultados, entre otros aspectos comunes).

Desde el principio, se consideró un lujo poder participar en un evento de estas características, integrándose en proyectos interactivos como los de Juan Ángel González de la Calle (participando en la acción "comestible"), Guillermo Pérez Villalta (el alumnado del Ciclo Formativo de Grado Superior de Arquitectura Efímera participó en el montaje), Jesús Palomino (alumnado de Medios Audiovisuales participa en los programas de radio) o Federico Guzmán y el colectivo Scarpia (alumnado de los ciclos de Grado Medio de Cerámica y Vaciado y Moldeado), entre otras acciones colectivas. Pero, además, se ha tenido la oportunidad de convertirse en protagonistas del propio proceso creativo, con una breve muestra muy escogida en sala, así como la proyección del resto de trabajos en los monitores de la exposición.

En un desarrollo complejo de la propuesta conceptual, se ha trabajado sobre el tema de "cromofagia", es decir, comer color en un sentido figurado o literal (jugamos con términos como el color en la comida, es decir, recetas de Pato a la naranja, Cazón en Amarillo, Arroz Negro, Pescado en Blanco, Queso Azul, Merluza en Salsa Verde,...) y con las atribuciones del color en los alimentos ("lo que no entra por la vista, no entra por la boca").

Como se recoge en el catálogo de la Exposición, "el tema de la cocian es el punto de partida de un proyecto donde obras, situaciones y escenarios se hacen eco de un concepto de creación como lugar de encuentro e intercambio, donde la invención es tarea compartida y hábito de negociación".

Las obras se insertan dentro de una red de colaboración ya existente en proyectos anteriores, entree Cajasol, el Ayuntamiento, González Byass, restaurantes, confiterías, colectivos ciudadanos, colegios, etc.

Quizás lo más interesante de esta última "aventura" es conocer de primera mano las incursiones creativas en los diversos campos artísticos, integrándose en proyectos donde no solo participan a nivel individual, sino que pueden comparar puntos de vista.

Ahora pueden visitarse y extraer conclusiones didácticas de este tipo de experiencias en las que se participa desde las distintas perspectivas que suponen el compromiso cotidiano y la verdadera dimensión educativa.