Creada en 1991, Comujesa (Corporación Municipal de Jerez SA) se constituyó como una empresa municipal multiservicios que en la actualidad está viviendo una etapa dorada tras años de ostracismo en el 'holding' municipal. Durante el pasado mandato municipal, el gobierno municipal del PP la rescató del olvido para convertirse en el instrumento para municipalizar servicios que estaban en manos de empresas privadas mediante concesiones administrativas que arrastraban problemas de gestión, una decisión que ha potenciado el actual ejecutivo del PSOE.

Todo comenzó con el transporte urbano como salida al rescate de un secuestro por los incumplimientos de la empresa Urbanos Amarillos. Y, a partir de ahí se abrió la puerta hasta convertir a esta mercantil municipal en la gestora de cinco servicios municipales -además de los autobuses urbanos, el servicio de ayuda a domicilio, la atención telefónica municipal 010, el servicio de calas y la actuación socioeducativa con infancia y adolescencia- con unos 600 empleados en nómina. Y, además, está previsto que mañana lunes asuma otra encomienda, el mantenimiento del alumbrado público, tal y como se anunció el pasado viernes.

Comujesa cerró el pasado año con unas pérdidas de unos 58.500 euros tras haber encadenado varios ejercicios en positivo. Con la asunción del servicio de transporte público, su facturación ascendió hasta los dos millones de euros anuales pero este año está previsto que se dispare hasta los 8,7 millones por el coste de la ayuda a domicilio.

Sin embargo, el grueso de las competencias asumidas arrastra déficit ya que sus ingresos son notablemente inferiores a sus gastos. En este panorama, la mercantil consigue llevar a cabo las encomiendas recibidas por la importante inyección de liquidez que realiza el Ayuntamiento. Según las cuentas aprobadas semanas atrás por su consejo de administración, el pasado ejercicio percibió unos 10 millones de euros, una cuantía similar a la prevista para este ejercicio.

Bien es cierto que, a tenor de las cuentas aprobadas en los últimos años, la sociedad no tiene una mala situación financiera pero su pervivencia está ligada a las transferencias municipales y a la facturación que se realiza al Ayuntamiento por la prestación de servicios tales como la ayuda a domicilio (percibe unos seis millones de euros que van destinados fundamentalmente al pago de las nóminas de la plantilla).

No obstante, sus niveles de deuda son los más pequeños de todo el grupo de empresas municipal. Según sus registros contables, carece de deudas a largo plazo y los débitos a corto apenas llegan a los 30.000 euros. Sí es cierto que arrastra impagos con proveedores por importe de algo más de un millón de euros -unos 547.000 con otras administraciones públicas y unos 437.000 con empresas con las que han contratado servicios o suministros-. Asimismo tiene un adeudo con el Ayuntamiento, su único accionista, de unos 614.000 euros.

En el otro lado del balance, destaca que tiene pendiente de cobrar unos 1,4 millones, el grueso del propio Ayuntamiento de subvenciones no realizadas.