Santiago Yerga, coordinador de Política Migratoria de la delegación de Gobernación en la provincia de Cádiz ha estado en estos días en la Escuela Universitaria de Trabajo Social para explicar a los alumnos de la asignatura de Salud Pública, que imparte el profesor José Rodríguez Carrión, la Ley de Extranjería vigente y el segundo plan integral de Inmigración de la Junta.

Entre otras cuestiones, Yerga incidió en lo positivo del primer Plan Andaluz de Inmigración, que recibió la calificación de "buenas prácticas" por parte de Naciones Unidas. Así, defendió la necesidad de tener en cuenta el principio de normalización al trabajar con inmigrantes, de forma que se eviten los espacios exclusivos para dicho colectivo, sino que por el contrario es necesario trabajar en la integración de forma bidireccional. Esto es, intentando la concurrencia de los inmigrantes y los autóctonos, para lograr una integración completa.

El coordinador de Políticas Migratorias explicó también los cuatro pilares fundamentales de la Ley de Extranjería centrados sobre todo en el control del flujo migratorio, procurando que los inmigrantes lleguen documentados desde su país de origen y así luchar contra la inmigración clandestina. El tercero de los pilares se basa en la integración social de los inmigrantes en España y por último, la cooperación al desarrollo, interviniendo sobre las causas que dan origen a la necesidad de migrar de sus países.

Por último, Yerga explicó a los alumnos la última sentencia del Tribunal Constitucional que rechaza varios artículos de dicha Ley de Extranjería y reconoce a los inmigrantes, incluidos aquellos que están en situación irregular (los llamados sin papeles), el derecho a sindicarse, a reunirse o manifestarse, entre otros. Igualmente llamó la atención sobre la posibilidad que tienen los hijos de inmigrantes irregulares a solicitar y obtener becas por parte del Estado español.

Respecto a un tema tan candente como la reagrupación familiar, el letrado jerezano dejó claro que aquellos inmigrantes que quieran solicitarla deben tener en cuenta que, según la ley, se puede pedir la reagrupación para un sólo cónyuge (no hay que olvidar que en algunos países árabes, africanos y asiáticos es común la poligamia). Junto a ellos se pueden reagrupar los hijos menores de 18 años y si se puede demostrar que son necesarios para el buen desarrollo familiar, los padres, siempre con la condición de que sean mayores de 65 años.

La intervención de Santiago Yerga fue muy valorada por los estudiantes del tercer curso de Trabajo Social, ya que con ella completan los conocimientos adquiridos en la Escuela Universitaria de Jerez.