El presidente del Teletaxi de Jerez, Marco Antonio Martín, señala a este periódico que en los últimos tiempos están detectando lo que se podría considerar como una especie de moda en forma de 'simpa'. El mismo suele producirse a las puertas de los locales que hacen las veces de 'after hours' en la ciudad. Es decir, pubs y discotecas donde la animación perdura desde el comienzo de la noche hasta que el sol hace ya dos y tres horas que ha salido. El presidente del colectivo, Marco Antonio Martín, destaca que "estamos detectando una docena de casos a la semana en los que el cliente que sale de estos negocios pide el servicio y en cuanto llega a las inmediaciones de su destino abre la puerta y sale corriendo. Es una verdadera pena. Se trata de servicios que pueden reportarle al taxista entre 5 y 7 euros por la carrera. Pese a todo son muchos compañeros los que lo denuncian. A fin de cuentas están jugando con su pan".

Esta oleada de 'simpas' está provocando que los profesionales del taxi estén tomando medidas a la hora de recoger a los últimos de la noche (o los primeros de la mañana). "Si vemos a alguien que está en mal estado (ebriedad) le decimos, simplemente, que no está en condiciones de utilizar un servicio público. En muchas ocasiones están en tal condición que no llevan un solo euro en el bolsillo tras habérselo gastado todo durante la noche y después o bien no saben que no les queda nada o pretenden un viaje gratis".

Sobre la forma en la que se prodiga este engaño (y pequeña estafa) el taxista Marco Antonio Martín destaca que "es raro el compañero al que no se lo intenten hacer sobre todo los sábados y los domingos por la mañana". Como zona conflictiva tan sólo señala una: la calle Nueva.

Por su parte, en el seno de los autobuses urbanos se asegura que "Jerez no es tan conflictivo como Cádiz. Aquí afortunadamente no hay Puntales". Y es que en Jerez a los conductores de autobús se les respeta. "Que se profieran amenazas o intentos de agresión a un conductor de autobús es algo muy poco habitual", apunta a este medio el presidente del comité de empresa de Autobuses Urbanos de Jerez, Eduardo San Honorio.

Pese a todo, tampoco es que esos profesionales que están recorriendo la ciudad desde las seis de la mañana hasta cerca de las once de la noche no hayan padecido episodios lamentables. "El más habitual ha sido el apedreamiento de los vehículos, si bien últimamente, y toquemos madera, estamos viviendo una racha muy buena". A nadie escapa que a la fuerza de una pedrada contra un cristal se une la que lleva el autobús, lo que puede provocar incluso desgracias personales.

Estos episodios de vandalismo se han producido habitualmente en las inmediaciones de San Juan de Dios así como en la zona sur de la ciudad, en barriadas tales como el MOPU y Federico Mayo. Pese a ello jamás se ha solicitado la intervención policial para escoltar este servicio público. Los famosos 'simpas' (irse sin pagar) son prácticamente imposibles en los autobuses urbanos. La razón es obvia: para montarse en el autobús hay que pasar por delante del conductor y pagar en efectivo o pasar la tarjeta. Los colectivos más débiles económicamente o con obligación de tomar este servicio (valgan como ejemplos de lo primero y de lo segundo los jubilados y los escolares) cuentan por apenas céntimos el importe de su billete. "Tenemos un precio de viaje realmente barato", apunta Eduardo San Honorio, quien añade que "es verdad que siempre hay alguno que se quiere colar, pero es cierto que puedo asegurar que entre un caso y otro pueden pasar meses. Colarse en el autobús es Jerez es algo casi ridículo. No tiene razón de ser".