Jerez

El Cristo de la Salud luce ya con todo su esplendor en Santo Domingo

  • Los Claustros acogen la presentación de esta imagen del XVI, restaurada por Paz Barbero y patrocinada por Palacio Domecq.

El ‘nuevo’ Cristo de la Salud de Santo Domingo ya luce en su capilla / VÍDEO: PASCUAL

Los Claustros celebraron anoche la presentación 'en sociedad' de la imagen del Cristo de la Salud del siglo XVI, cuya restauración ha estado a cargo de Paz Barbero y patrocinada por el Palacio Domecq. Una cita que estuvo ilustrada por las conferencias de la historiadora del Arte y conservadora del Palacio Domecq, Marta Rodríguez Vera; Pablo Francisco Amador Marrero, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México; y de la propia restauradora de la pieza. El padre prior del convento de Santo Domingo, Juan Carlos González del Cerro, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes, "a un acto sencillo, entrañable y, sobre todo, hermoso", por la recuperación de esta "joya, una buena noticia para la ciudad". Del Cerro agradeció "de corazón" el mecenazgo del Palacio Domecq y la labor de "nuestra restauradora, que ya es como de la casa".

La conservadora del Palacio Domecq destacó la vinculación de la entidad que representa con Santo Domingo, "porque además de ser vecinos, apreciamos la labor que desarrollan los padres". "Sabíamos -añadió- de los problemas que tenían para la restauración de una serie de obras que se encontraban en muy mal estado. Desde el Palacio Domecq podíamos dejar de restaurar obras nuestras en favor de Santo Domingo, que lo necesitaba más. El padre Juan Carlos nos dijo que el Cristo de la Salud sí que demandaba esa recuperación urgente". Marta Rodríguez presentó asimismo a Paz Barbero, de la que destacó la labor "tan bien hecha" que ha realizado con el "delicado" Cristo. "Porque -subrayó- la mejor restauración es la que no se nota". También recordó que es "responsabilidad de todos conservar el patrimonio que nos rodea, un legado que dejaremos a las generaciones futuras. Nosotros no somos un gran mecenas, sólo hemos puesto nuestro granito de arena".

Amador Marrero, en videoconferencia desde México, dio unas pinceladas de la historia de la escultura ligera con caña de maíz a la que pertenece el Cristo de la Salud, "un notable producto artístico llegado de la Nueva España, hoy México, en el siglo XVI". Del mismo modo, planteó cómo el Cristo de la Salud "tiene múltiples contactos formales con otras piezas, lo que hace factible su adscripción a un taller, el de Cortés, ya que es una imagen con esa advocación la que marca la pauta de dicho obrador", y planteó su posible cronología "al tener conocimiento documental de otras piezas 'hermanas', ya que dicho taller estaba en pleno rendimiento principalmente en las décadas de los años 60 al 80 del siglo XVI".

Paz Barbero hizo un recorrido por las labores de restauración del Cristo, realizadas in situ en Santo Domingo desde abril. Hueca por todo su interior, conserva restos de su policromía original de sus intervenciones a lo largo de la historia, de la que se ha extraído la del siglo XVIII. Barbero destacó que antes de intervenirla, se realizaron numerosos estudios previos para recoger más datos sobre ella. El resultado es un Cristo "en su máximo esplendor".

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