L La obra del nuevo aparcamiento subterráneo

Desesperados junto al andén

  • Los establecimientos de la plaza de la Estación afrontan el final de la obra con pérdidas de hasta el 50%, reclaman al Ayuntamiento las subvenciones prometidas y temen que las tareas finales no acaben en junio

Fue en marzo de 2006 cuando comenzaron los primeros trabajos de la obra de remodelación de la plaza de la Estación, que incluye la construcción de un aparcamiento subterráneo de dos plantas con quinientas plazas. La finalización de los trabajos estaba prevista, tras varios cambios de fechas, para finales de mayo y el delegado municipal de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, insiste en que "vamos en plazo" a pesar de que ya estamos en junio y que quedan algunos flecos que él mismo explica. Aún así pide "unos días de gracia" y asegura que la inauguración será este mes.

"La obra de urbanización de la plaza -explica- está ya lista y los acerados también están prácticamente al 100%. Ya se ha instalado el alumbrado público, se están terminando los chapados de elementos emergentes como tres chimeneas y los ascensores. Lo único que queda pendiente de finalizar son las zonas verdes y la instalación del mobiliario urbano, así que esperamos inaugurarla durante el mes de junio, en quince o veinte días".

Mientras, los propietarios de los establecimientos que rodean esta plaza, especialmente los de hostelería, expresan su "aburrimiento" ante los dos años y dos meses que llevan de obras con el gran perjuicio que esto ha conllevado para ellos. Ahora, y esperando que el final de la obra sea de verdad pronto, lo que quieren también es saber qué pasa con la ayuda económica que les prometió la alcaldesa el pasado mes de febrero para compensar las pérdidas.

Manuel Romero, propietario del bar Bodegón, cuenta ya los días "porque nos dijeron que la obra acababa el 31 de mayo, pero los mismos trabajadores nos están diciendo ya que tardará bastante más". Calcula que las ventas han disminuido en un 50% en un establecimiento donde, incluido él, trabajan cuatro personas. Ahora lo que le preocupa es que "todavía no nos han dicho nada de la subvención que nos prometió la alcaldesa públicamente, pero yo he perdido ya más de 30.000 euros en ventas que he tenido que poner de mi bolsillo. Por no cerrar el negocio hemos tenido que ponerle dinero".

En términos parecidos se expresa María García, esposa del propietario del bar Santa Ana II. "Aquí estamos aguantando -dice- pero poniéndole dinero encima, porque todo se nos va en pagar agua, luz, alquiler, terraza, IVA... La alcaldesa dijo que nos iba a dar una ayuda, pero todavía estamos esperando. No tenemos dinero ni para nosotros, porque las pérdidas son aproximadamente de un 80%. Estamos aburridos, qué quieres que te diga".

El restaurante Blanca Paloma lleva abierto cuatro años, de los que más de dos han sido con obras. La encargada, Nadia Siroli, cuenta que "los clientes fijos son los que nos han hecho mantenernos, pero los clientes de paso y coger nueva clientela se ha perdido, porque con tanto polvo y ruido... Además, decían que la obra iba a estar para final de mayo, pero ahora están diciendo que otro mes y medio. En verano la clientela suele aumentar por la gente que va a la playa, pero como la cosa siga así..." De hecho, en este restaurante comenzaron trabajando siete personas y ahora sólo hay cuatro. Nadia asegura que "nosotros no queremos crear polémica, pero que nos hablen claro y que respeten lo que prometan".

Eso sí, también hay quien comienza a ver ya luz a final del túnel, como por ejemplo el propietario del bar 'Pequeñito', Fernando Alonso Fernández, quien durante meses se ha llevado sin poder poner su terraza. El pasado viernes, como ya estaba la acera hecha, hizo toda una celebración con paella, cervezas y hasta un venenciador incluido, para que no se diga...

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