Jerez

Domingo de Ramos

Es tradicionalmente el día de la luz y de los niños. En Jerez tiene el color del sol en las palmas de los pequeños hermanos de la Estrella en San José. Nunca es igual, pero el rito se repite en el día más bonito del año.

Por la mañana Misa de diez y media entre naranjos de un patio donde la algazara nunca falta y menos en el comienzo de los días santos. Niños de pantalón gris con la medalla al cuello y la vigilante mirada de los padres hoy bastante más indulgente porque el orgullo de ver reflejado lo que fueron en sus hijos, les hace estrenar una sonrisa con un matiz diferente.

Comienza la celebración con la procesión de palmas, con las benditas ramas de olivo, rodeando el perímetro de la parroquia y de los patios. Hay un silencio que atrona en gozo y se reza el Evangelio de la Pasión. El hermano mayor actúa de narrador y el Padre Alfonso es la voz de Jesús. Los hermanos con dalmáticas (a pesar de no ser diáconos se visten sin problemas) iluminan la liturgia y el Sacerdote carmelita indica siempre lo mismo. "Hoy no diré ninguna homilía, porque la mejor homilía es la meditación de la Pasión del Señor".

Comunión interminable con respeto escrupuloso a las cotizadas sillas, tomadas por los más madrugadores que las vuelven a ocupar tras recibir al Salvador y desplazamiento masivo al interior de la Capilla para el canto de la Salve ante el Paso de Nuestra Señora de la Estrella.

A partir de ahí el templo es un hervidero de nervios e ilusiones. Salen y entran hermanos , cofrades y curiosos. La Porvera se desborda entre idas y venidas. Finalmente se cierran las puertas y se organiza el patio para recibir a los que ya habían estado allí, pero que unas horas más tarde vuelven vestidos con la túnica blanca del sol del Domingo más hermoso.

Y allí, cada año muchos niños la vestirán por primera vez. Fuera de los focos del espectáculo, fuera de las discusiones absurdas de las juntas de gobierno, fuera de los protagonismos absurdos que nos asfixian, lejos de las formas que se comen al fondo pero cerca, muy cerca del Camino, la Verdad y la Vida.

Mirarán a Cristo Rey subido en la borriquita y a su Madre de la Estrella en su Paso de Palio y los nervios, la preocupación y sobre todo el gozo, los invadirán. Cogerán su Palma y esperaran sin poder esperar ni un segundo más a que se abran las puertas. Observarán que el sol hoy es diferente y que el cielo es más azul que el más radiante que nunca imaginaron.

Agarrarán las manos de sus padres y comenzarán a caminar un camino que ya no abandonarán nunca.

Ellos quizás no se lo planteen, pero hoy es Domingo de Ramos, Primavera en Jerez, precisamente porque ellos agarraron las palmas , abrazaron la fe de sus mayores y en un patio de naranjos, ellos, que son los más cercanos a Dios, lo siguen alabando en la aurora de cada primavera.

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