isidoro gambín.ALCALDE DE arcos

"Eliminé la productividad y todas las gratificaciones"

Isidoro Gambín.

Isidoro Gambín.

"Como siga reduciendo me van a matar, pero yo no estoy aquí para ganar las próximas elecciones". El alcalde socialista Isidoro Gambín es capaz de hacer una declaración tan desconcertante en un político y la hace quizá porque él es más gestor que político, porque no es político profesional y porque cuando llegó a la alcaldía se encontró con una plantilla de mil y pico empleados en una ciudad de 28.000 almas que chupaba cada mes de la caja municipal 1.400.000 euros. "A la semana de llegar el Estado me embargó la PIE, que es lo que llega de Madrid en función de población. Desaparecían de los ingresos mensualmente 620.000 euros. No podía hacer frente a las nóminas".

Dos años y medio después la plantilla municipal se ha visto reducida a la mitad, "lo que no me hace muy popular. Y, además, he tenido que eliminar productividades y gratificaciones, que eran otros 200.000 euros al mes. Porque yo sólo puedo hacer una política, la del sentido común: lo que no tengo no lo gasto".

Este Ayuntamiento nunca pagó a la Seguridad Social y nos hemos dado cuenta del perjuicio que supone"

Ni un sólo euro del Ayuntamiento va a parar a obras, lo que no quiere decir que no se hagan: "Para ese tipod e trabajos tiramos de subvenciones europeas, de ayudas de la Junta y Diputación... eso es lo que nos da un poquito de oxígeno porque los ingresos del Ayuntamiento dan para pagar nóminas y a proveedores y algo de deuda y nada más".

Porque la deuda es de las que cortan la respiración: 74 millones de euros. 30 millones de esta deuda es a Hacienda y a la Seguridad Social. "Aquí no se ha pagado nunca a la Seguridad Social y nosotros nos hemos dado cuenta del perjuicio que eso supone para el municpio. Mientras tengamos deudas va a ser muy difícil que podamos acceder a las obras del antiguo PER. Y eso es un problema para un montón de ciudadanos que necesitan de esas peonadas para poder alcanzar el subsidio".

Y el Estado no cobrará, pero castiga. En realidad no es que Arcos deba 30 millones, que los debe, sino que buena parte de esa cantidad viene de intereses de demora. "Nos cobran entre un 20% y un 25% por demora. De ese modo nunca sales, es imposible pagar la deuda". Su equipo ha negociado con Hacienda una solución: un préstamo de 22 millones a través del antiguo Banco Popular a través de fondos ICO, cuyo interés es sólo del 1%. Con ese préstamo ya sólo quedarán ocho millones de deuda y el alcalde quiere negociar el pago.

Su otro quebradero de cabeza son los proveedores, "a los que tenemos asfixiados". Él lo sufre en sus propias carnes porque tiene 44 requerimientos judiciales para que responda con su patrimonio de estos impagos "que yo no generé". Ahora le acaba de llegar otra multa. Desde el próximo mes le quitarán de su cuenta 200 euros al mes si no consigue, como ha ocurrido con otras, que su recurso salga adelante. "Yo se lo digo al juez. No es desobediencia. No pago no porque no quiera sino porque no puedo".

Aún así es optimista. "Si seguimos con esta política de responsabilidad, espero que en cuatro o cinco años por fin tengamos un ayuntamiento saneado".

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