Jerez

Estévez relanza Amontillado Del Príncipe y Oloroso Almirante

  • Renueva la imagen de las dos históricas marcas, que pasan a la categoría de los jereces de 15 años de vejez

La nueva imagen del Príncipe y Oloroso Almirante

La nueva imagen del Príncipe y Oloroso Almirante

Grandes clásicos renovados. Al hilo de la revolución emprendida por José Estévez para recuperar el prestigio de los vinos de Jerez y dar valor a su origen, la firma bodeguera anuncia el relanzamiento de dos de sus referencias históricas del Marqués de Real Tesoro. Puede decirse que el amontillado 'Del Príncipe' y el oloroso 'Almirante' salen del limbo para incorporarse en la categoría de los jereces de más de 15 años, la que les corresponde por su vejez media y por su calidad.

Se trata de una categoría intermedia con la que el Consejo Regulador certifica aquellos vinos que, sin llegar a los 20 y 30 años de vejez de los VOS y VORS, gozan igualmente de crianzas muy prolongadas que intensifica sus cualidades y su calidad.

José Estevéz apuesta por una línea elegante, estilizada y más actual para vestir ambos vinos

'Del Príncipe' y 'Almirante' dan el salto con su certificación como vinos de más de 15 años, que además celebran con un cambio completo de imagen, "más elegante, estilizado y actual" , señala Estévez en un comunicado.

El grupo bodeguero propietario de las bodegas Real Tesoro, Valdespino y La Guita señala que 'Del Príncipe' es un histórico amontillado fruto de un largo y cuidado proceso de más de 15 años de crianza en botas añejas de roble americano. Con soleras criadas durante varias generaciones, este amontillado muestra todas las virtudes propias de la variedad palomino, donde la crianza oxidativa obtiene un mayor protagonismo sin olvidar la finura de la crianza biológica. Con un paso por boca elegante y con largo recorrido, 'Del Príncipe' presenta una gran concentración, pero a la vez alcanza suavidad y finura en boca.

Sobre su hermano de cuna, 'Almirante', la firma indica que es un oloroso envejecido durante más de 15 años de crianza oxidativa en el sistema tradicional de los vinos de Jerez, con una solera y cinco criaderas que hacen de este vino un oloroso muy intenso con notas propias de las viejas botas de roble americano donde se cría. Es poderoso y seco pero con volumen, alcanzando un fondo largo y suave pero con persistencia. Es un oloroso con un recorrido muy elegante.

Con este relanzamiento, la bodega revaloriza tanto el producto como de su presentación, en la que se inclina por una botella troncocónica, de color negro, utilizada históricamente para los mejores vinos y reservas de familia, y con un diseño que muestra una línea más joven y estilizada, adaptada a los gustos del consumidor actual de los vinos de Jerez.

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