Orientaciones y estrategias de psicología

La Extinción como técnica para reducir o eliminar conductas

  • Cuando tratamos de educar desde la Psicología del Aprendizaje, estamos intentando instaurar nuevas conductas o habilidades que permitan al individuo desenvolverse más fácilmente en su entorno, adaptarse y, por tanto, tener una vida plena.

Una de las técnicas más empleadas y estudiadas desde la Psicología del Aprendizaje para reducir o eliminar conductas o comportamientos es la Extinción.

Cuando tratamos de educar, estamos tratando de instaurar nuevas conductas o habilidades que permitan al individuo desenvolverse más fácilmente en su entorno, adaptarse y por tanto tener una vida plena.

Con frecuencia encontramos conductas que impiden, dificultan o alteran el desarrollo de estas conductas adaptativas, lo que deriva en un gran número de problemas a nivel personal, familiar, social y escolar.

El procedimiento de extinción parte del principio teórico de que cualquier conducta que aparezca con cierta periodicidad, lo hace porque está siendo reforzada o premiada de algún modo.

Consiste por tanto, en establecer las condiciones necesarias para que esos reforzadores dejen de estar presentes cada vez que aparezca la conducta desadaptada.

Por ejemplo, dejar de atender al niño cada vez que patalea, no reírnos cuando utiliza palabras inadecuadas o darles una chuchería para que estén entretenidos y dejen de molestar.

Ya hace muchos años que técnicas como la extinción demostraron su efectividad experimentalmente, reduciendo las conductas a las que la aplicamos de forma consistente, o sea a lo largo del tiempo, aunque conviene tener en cuenta algunos aspectos importantes.

Este procedimiento es más lento que otras técnicas de reducción de conductas, como el castigo positivo, el castigo negativo o el refuerzo de conductas diferenciales o alternativas, por lo que no debe ser usado con aquellos comportamientos que requieren ser reducidos de forma inmediata.

El tiempo de desaparición de la conducta problema dependerá entre otros factores de la historia de refuerzo que presente la conducta problema, cuanto más haya sido reforzada, más lento será el proceso de extinción.

Es también muy importante, por ser causa frecuente de numerosos fracasos en su aplicación, ser conscientes de que la aplicación de la extinción produce habitualmente en los primeros momentos, un incremento en la frecuencia e intensidad de la conducta que queremos eliminar.

Del mismo modo pueden aparecer algunas conductas agresivas o emocionales al inicio de su aplicación y por último, transcurrido un tiempo, puede darse una reaparición espontánea del comportamiento desadaptado que terminará desapareciendo de mantener la ausencia de consecuencias reforzantes de forma consistente.

Para terminar comentar algunas de las críticas que se han realizado con cierta frecuencia a este tipo de técnica, a pesar de su eficacia. Algunos padres tienen la idea de que dejar llorar a un niño cuando tiene una rabieta es algo inhumano, porque pueden producir en él un trauma, sin embargo, es más desestabilizante para el desarrollo emocional del menor, que no haya una consistencia en las reglas, que a veces la conducta sea reforzada y sin embargo otras pueda ser castigada.

Insistimos en que los problemas de aprendizaje que afectan o proceden de trastornos en la conducta o el comportamiento cotidiano deben tratarse desde la perspectiva profesional de la psicología, analizando cada persona, así como su entorno y las circunstancias que concurren en ese momento, para establecer diagnósticos que faciliten la resolución de conflictos y desarrollen estrategias de aprendizaje y refuerzo o eliminación de impedimientos que puedan retardar los procedimientos.

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