Domingo de Resurrección

Fin bajo el sol y en la Catedral

  • El Resucitado puso el epílogo a las procesiones · A las 10 de la mañana salió de la Catedral con más ambiente y público en las calles que años precedentes · El obispo ofició la pontifical de Resurrección

Mañana literalmente luminosa en el día de la Resurrección que fue el que acompañó la procesión de Cristo Resucitado, un epílogo de la historia pasional de Jerez que al menos tuvo como acompañante al sol y a un público más numeroso que años anterioresno, sobre todo en tramos del recorrido como en la calle Larga. La procesión partió a las diez de la mañana de la Catedral, en lo que fue el primer acto de la celebración de la solemnidad, que siguió tras recogerse la imagen del Señor Resucitado con la pontifical que ofició el obispo diocesano, monseñor José Mazuelos Pérez. Los cofrades de la Resurrección prepararon la salida procesional con el mismo guión de todos los años. Algo de fresco y alguna nube alta saludaron al cortejo y único paso de la hermandad, que este año fue decorado con flores blancas, destacando las calas de ese color, y sobre un monte pedregoso simulado se alza la imagen que talló Luis Gonzalez Rey para esta corporación como la titular, a la que se suma la Virgen de la Luz que ya recibe culto en la capilla de la hermandad en la Catedral. Las hermandades de penitencia tuvo su representación en el cortejo con la presencia de algunos estandartes y sus respectivos hermanos mayores y oficiales de las juntas de gobierno, además de incluirse una presidencia en la que estuvo el cirio pascual. Delante, tras la cruz de guía, formó un grupo de scouts, una decena de guiones de las cofradías y hermanos de la hermandad. La música que sonó la pusieron los más del centenar de integrantes de la Agrupación Musical de Pasión, una banda que esta Semana Santa no ha pasado por la Carera Oficial jerezana pero que sí ha tenido casi completa su agenda de contratos fuera de la ciudad. El repertorio que se escuchó estuvo compuesto casi en su totalidad con cantos litúrgicos adaptados a marchas. Y como es costumbre en esta procesión, las hermanas que en un numero que se acercó a la veintena vistieron la mantilla de color blanco. El recorrido fue el mismo que sigue la procesión del Corpus con calles donde el transcurrir de la procesión alcanzó especial belleza como la Tornería, Carpintería, Peones y desde ese lugar hasta alcanzar de nuevo la Catedral en la que al filo de la una de la tarde finalizó la salida de este año 2011, que al mismo tiempo vino a cerrar la presencia en las calles de las hermandades, del eco cofrade de las marchas procesionales y del aroma al incienso que este año en mucha menor medida a aromatizado la presencia de los Cristo y las Vírgenes. Una Semana Santa atípica, diferente y tremendamente despiadada en lo climatológico. El prelado jerezano puso el broche final a la jornada con la celebración eucarística de la Resurrección en una misa pontifical que contó con la presencia de las hermandades locales, del organismo que las representa, de delegaciones diocesanas y de las muchas personas que llenaron la Catedral. El 8 de abril de 2012 volverá esta procesión a señalar el fin de la semana pasional, la cual esperamos y deseamos se parezca poco o nada a la que ya es historia en 2011, al menos en lo que al tiempo se refiere.

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