La página ecuestre

'Galero', aristócrata con galones

  • En 1965 nació en la Yeguada Militar el caballo que cambiaría la imagen del 'pure spanish' fuera de nuestras fronteras. Yegua que preñó, potro que triunfó

UNA vez más tenemos que desplazarnos hasta las praderas de la Yeguada Militar de Jerez. Las instalaciones militares, que tantas estrellas equinas han dado a la cabaña nacional, son el marco en el que en 1965 nació 'Galero', un caballo árabe, puede que incomprendido, que escribiría un antes y un después en la historia de numerosas ganaderías privadas de España y del extranjero en los años setenta y ochenta.

'Galero' ya de potrillo presumía de un físico, de unos andares y de unos orígenes envidiables.

Hijo de 'Zancudo' (por 'Congo') y de 'Zalema' (por 'Congo'), 'Galero' fue el heredero de un legado histórico del caballo árabe, de unas finísimas líneas del pure spanish, lo que le convertiría en un decisivo semental. 'Galero' representaba todo lo que se estaba buscando hasta ese momento: raza, carácter, belleza y orígenes. Y no fue hasta el año 1970, aproximadamente, cuando un ganadero, un importante criador, se fijó en 'Galero' en las praderas que lo vieron nacer. Se trata de Diego Méndez, que por aquel entonces presumía de ganado pero de una manera comedida. Méndez, que hasta ese momento había bebido de la fuente de 'Uzacur', otro importantísimo semental de la Yeguada Militar, ve en 'Galero' al caballo soñado. Y lo quería probar como padre de los potros y potras de sus yeguas, que también tenían origen militar pero de otras líneas. Para Méndez, incorporar a 'Galero' suponía abrir una nueva fuente de vida en La Aldara.

Así las cosas, el ganadero sevillano solicitó a la Jefatura de Cría Caballar la incorporación del semental a sus instalaciones sevillanas para padrear con su ganado árabe. Madrid accedió, pero como una simple petición normal. Esto significa que Diego Méndez sólo podría aspirar a cubrir tan sólo un par de hembras con 'Galero' y a devolverlo inmediatamente después. Así fue. Era 1971. Pero Méndez, perseverante como pocos, lo vuelve a pedir. "Me fijo en que es un buen caballo, en su porte, en su conformación, en sus antecedentes…", recuerda aún hoy a sus noventa años Diego Méndez. Finalmente (gracias en parte a la mediación del entonces coronel de la Yeguada Militar de Jerez, Juan Nardiz Bernaldo de Quirós), el general de Cría Caballar, después de valorar el resultado de la efímera estancia de 'Galero' en casa de Méndez, accedió de nuevo a ceder el semental, esta vez de manera indefinida, hecho que ocurre en 1979.

El caso es que la herencia de 'Galero' en la cabaña militar es absolutamente anecdótica si se compara con su aportación a la cabaña privada. 'Galero' se incorpora de manera indefinida en casa de Méndez con la única condición que estuviera a disposición, de manera gratuita, de cualquier ganadero particular. Y la palabra se cumplió. Ganaderos de renombre desplazaban a sus yeguas hasta la casa de Diego Méndez en busca del milagro, mejorar la raza y refrescar la sangre. El caballo no paró de procrear en La Aldara, sobre todo con las yeguas de Diego Méndez, pero también con ganado de María Luisa Aritio, de Yeguada Militar, de Jean Marc Valerie o de David Stanley.

'Galero' permaneció en Sevilla tres temporadas, el tiempo suficiente para aportar a La Aldara el sello definitivo de calidad y situarla en un lugar privilegiado en el panorama nacional. Desde el paso de 'Galero' por casa de Diego Méndez, el ganadero no ha hecho más que recoger trofeos de la talla de campeonatos nacionales, europeos, mundiales y un largo listado que deja absolutamente noqueado a cualquiera. Méndez, veterinario de profesión, le aplicó a 'Galero' una dieta y unos cuidados que contribuyeron a elevar considerablemente la lívido del animal. Gracias a una concreta dieta y un envidiable plan de vida, 'Galero' se convirtió en un caballo fogoso, apetente continuamente de yeguas en celo.

Tres años después de que 'Galero' llegara a La Aldara, Cría Caballar solicitó a Diego Méndez que devolviera al caballo a sus instalaciones militares. El estamento militar alegó que otros ganaderos privados también estaban interesados en él. Así las cosas, 'Galero' fue trasladado a Toledo, concretamente a casa de Antonio Sáez de Montagut, para no volver.

El caballo desapareció a los pocos días de llegar a casa de este ganadero y nunca más se supo de él. Se cree que el animal lo robaron para venderlo para carne, pues hay que tener en cuenta que un animal marcado con el hierro de Cría Caballar es absolutamente innegociable, está fuera del mercado. Esta limitación hace pensar que fuera vendido para el matadero. Increíble.

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