Jerez

Hugo avanza en su recuperación

  • La semana que viene le pondrán el aparato en la pierna y días atrás conoció a su ídolo, Cristiano.

"Mamá, no me voy a lavar las manos ya nunca. Mamá, que huelo a Cristiano. ¡Cristianooooo! Guapooooo". El pequeño Hugo, el niño jerezano con Síndrome de Trevor que ha podido operarse gracias a la solidaridad de miles de personas, cumplió el pasado jueves un sueño: conocer a Cristiano Ronaldo. Acompañado por su madre Inés Martínez, su hermano Ángel y su padrino Roberto, llegaron a Madrid 'supuestamente' sólo para la visita con el médico.

"Cuando nos montamos en el taxi y veía que no era el camino normal, me dijo ¿mamá, a qué hotel vamos a ir hoy? Estaba totalmente extrañado, pero yo no le había dicho nada por si acaso no podíamos ver a los jugadores del Real Madrid", relató ayer Inés. Y vaya sorpresa se llevó el pequeño. "De repente me soltó, ¿esto es del Real Madrid? ¿Mamá a dónde vamos? Le dije que a lo mejor podíamos entrar para ver el entrenamiento, y estaba ya alucinando. Nos quedamos en un salón con un grupo de niños y de esta que ve por el pasillo a Pepe y le empezó a gritar 'Pepeeeee, amigoooo. Pepeee amigoooo'. Todo el mundo se partía de risa con Hugo", contó la madre entre carcajadas.

No se lo podía creer. Los jugadores de su equipo fueron llegando a la sala para saludar a los pequeños y firmar unos balones regalos del Club. "¡Qué ilusión María! ¡Qué ilusión! La cara de Hugo cuando vio a Cristiano Ronaldo fue espectacular. Le empezó a gritar 'guapo', 'no te vayas', que si ya no se lavaba las manos. Estaba alucinando, loquito, loquito. Cuando Cristiano se puso a su lado la cara era... -no puede terminar la frase de la emoción- Impresionante. Un regalazo", reconoció Inés.

Pero el viaje a Madrid no sólo fue por la visita al Real Madrid, sino que ayer viernes tuvieron una cita importante con el especialista -privado porque en la Seguridad Social no le daban la opción de esta difícil intervención- que ha operado a Hugo de sus tumoraciones. Así como en otras ocasiones los tumores se reproducían pasadas solo unas semanas de la intervención, en esta ocasión, y ya dos meses después de la operación, la tumoración no ha vuelto a salir ni en la rodilla ni en el tobillo. "Le han quitado la escayola y la semana que viene le tienen que poner el aparato en la pierna, con el que debe estar un año. El dinero del aparato lo guardé de las donaciones, así que puedo pagarlo. También gracias a la gente puedo pagarle la rehabilitación, aunque aún no sé cuánta necesita. Pero estoy feliz. Estoy muy feliz", reconoció Inés.

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