el rebusco

De Jerez para el mundo

  • Vinos con proyección internacional en las Exposiciones Universales del XIX

El XIX es el siglo de la Revolución Industrial. Y las exposiciones universales nacieron con el fin de dar a conocer los nuevos adelantos de esa industria en pleno desarrollo, el comercio y las artes, favoreciendo el progreso técnico, incrementando los intercambios e intensificando la cooperación entre las naciones.

Aquellos países que lideraban la loca carrera de su industrialización serán los que promuevan la celebración de esos grandes eventos.

En Viena, junto al pabellón español se instaló una caseta dedicada a nuestros vinos

Este concepto de Gran Exposición surge con la de Londres de 1851, alcanzando su culmen en la de París de 1900.

Como bien dice el profesor Francisco Martínez González: "La imagen de Andalucía -o más bien la de España labrada a base de la incorporación, refundición y exportación de motivos andaluces - encontró en las Exposiciones universales el escenario privilegiado de exhibición". Y, claro está, en casi todas ellas fueron premiados nuestros vinos y bodegueros.

Será por eso que la Biblioteca Municipal de Jerez conserva una abundante información referida a algunas a estas Exposiciones y Ferias internacionales.

La Gran Exposición de los trabajos de la industria de todas las naciones, así se denominaba a la de Londres en 1851, tuvo como bello escenario el Crystal Palace, en Hyde Park.

La revista The Illustrated London News, publicaba en su número de 24 de mayo la noticia de la llegada a esa ciudad, unos días antes, del barco mercante Traveller, procedente de Cádiz, que transportaba cuatro enormes barriles de vino conteniendo jerez.

Estos cuatro 'Monster Casks of Sherry', como lo definía el redactor, habían sido adquiridos por el comerciante de vinos John Fowler para ser ofrecido a los visitantes de la Exposición, inaugurada el 1 de mayo.

Los gigantescos barriles, que fueron fabricados en Inglaterra y llevados posteriormente a España para ser llenados con vino de Jerez, fueron desembarcados, no sin dificultad, según los operarios de la London Dock Company, en los muelles. El mayor de los cuales superaba los 4.000 litros y el más pequeño, la mitad de esa cantidad.

El vino de Jerez también estuvo presente en la Exposición de Viena, inaugurada en mayo de 1873. Dos meses y medio antes se había proclamado la I República en España. El nuevo gobierno republicano, pese a estar desbordado por las sublevaciones cantonalistas y por la tercera Guerra Carlista, no renunció a estar presente en el gran acontecimiento internacional.

En el Parque de Exposiciones, junto al pabellón español de estilo neoárabe, se instaló una caseta de aspecto orientalizante dedicada a la venta y degustación de los nuestros vinos.

La coqueta instalación mostraba arcos polilobulados y finas columnas pareadas, rematadas por un friso de arcos ciegos, unas almenas cordobesas y una cúpula bulbosa semejante a las que se había construido en época romántica sobre un templete del Patio de los Leones de Granada.

La revista española, La Ilustración Española y Americana publicó unas crónicas del corresponsal F. Eroseca, de la que entresacamos este comentario: "Debe añadirse que otra casa de Jerez, la de los Sres. González y Byass, representada por D. Juan Morphy, ha construido por su cuenta un kiosko morisaco entre el pabellón de España y la puerta de la galería de su industria, destinado a difundir el gusto de los más afamados vinos de las bodegas que llevan su nombre".

Por su parte, Juan Navarro Reverter, que actuaba de jurado por España, dejó escrita su experiencia en su libro 'Del Turia al Danubio. Memoria de la Exposición Universal de Viena': "De España apenas hubo nada, mediada ya la Exposición se abrió un lindísimo y microscópico pabellón árabe para la venta de vinos de Jerez, donde una alemana, que sus paisanos tomaban por española y merecía serlo por lo hermosa, servía copas y sonrisas".

Tres años más tarde tendría lugar la Exposición de Filadelfia, donde de nuevo Juan Morphy ejerce de jurado. Por esas fechas las exportaciones de los vinos de Jerez y afines a Estados Unidos no representaban más del 3 o el 4%. Sin embargo, fue una oportunidad perdida para la difusión del jerez en el mercado americano.

Aunque las tres localidades del Marco estaban representadas por siete expositores cada una, entre ellos empresas como las de González Byass, Duff Gordon o Santarelli Hnos., carecían de infraestructura necesaria para atender una mayor demanda de aquel país.

Previas a la primera Exposición Universal que organizó España en la próspera ciudad de Barcelona, tuvieron lugar dos dedicadas a temáticas especializadas, a la agricultura y al vino, las dos en Madrid.

La primera Exposición General Agrícola se celebró entre los días 24 de septiembre y 4 de octubre de 1857. Con este certamen se pretendía fomentar la agricultura en España, como lo venían haciendo desde el primer tercio del XIX diferentes países de Europa occidental.

En la revista El Museo Universal, de 15 de diciembre de 1857, se nos cuenta que la provincia de Cádiz presentó 88 vinos, siendo los de González-Dubosc los más destacados, con tres de sus tipos superiores.

La casa jerezana aprovechó el éxito imprimiendo una de sus primeras etiquetas, representando la medalla obtenida.

La Exposición Vinícola Nacionalde 1877, inaugurada por el rey Alfonso XII, estaría representada por un gigantesco expositor en forma de botella seccionada por la mitad, tal como recoge La Ilustración Española y Americana de 8 de mayo.

Más y mejores productos del Marco se vieron en la Exposición Universal de Barcelonade 1888, donde concurrieron un total de 22 países, y recibió unos 2.240.000 visitantes.

En la Exposición Regional de Filipinas, de 1895, las bodegas de Cayetano del Pino obtuvo medalla de oro.

Los jurados de la Exposición Universal de París de 1867 no fueron muy favorables para los vinos de Jerez, en ello coinciden todos los cronistas españoles de la época. En sus Memorias, Vicente Rubio Díaz, escribe: "¿Y qué diremos del hecho de no conceder ni el más modesto premio, ni la más insignificante mención honorífica a los famosísimos vinos de Jerez reputados como los mas exquisitos del mundo...?".

Pero la explicación a ello nos la brinda José de Castro y Serrano : "...vemos que faltan muchísimos de los más importantes vinos, y que hay provincias como la de Cádiz que no se presentan a la Exposición con el aparato que debiera. Jerez duerme también sobre sus laureles y hace mal...".

La situación fue muy diferente en la Exposición Universal de Burdeos, de 1895. Y en gran parte debido al buen hacer del bodeguero jerezano Rafael García del Salto y Valiente (1848-1901). En ella las bodegas de Misa recibió uno de los Grandes Premios, tal como anunciaba en una publicidad su comercial en aquel país vecino.

En el Catalogue des Exposants du Comité de Xérès, del que él era presidente, los franceses le reconocen como autoridad internacional de vinos, no en balde había sido miembro del jurado de la de Londres de 1873, la de París de 1889, y primer secretario del jurado en la de Amberes de 1894.

Tenía una amplia formación en asuntos comerciales, debido a su estancia en Londres.

Lamentablemente, el Ayuntamiento aún está considerando la rotulación de una calle con su nombre, propuesta que la asociación cultural jerezana Cine-Club Popular presentó hace ya tiempo.

Hay que mencionar que la litografía Hurtado recibió una medalla de plata por sus trabajos expuestos.

Y para cerrar el siglo las Exposiciones de París de 1889 y 1900. La primera simbolizada con la construcción de la famosa Torre Eiffel, que las bodegas José Lozano recrearon para una de sus etiquetas, así como el kiosko español con ambiente andaluz donde los visitantes podían degustar los vinos jerezanos.

Para la de 1900, Pedro Nolasco González Soto contó como anfitriones con los hermanos Brocheton, Leonardo y Agustín, que tenían la exclusiva de los vinos de González-Byass para la Europa continental.

Anteriormente, ya habían llevado sus vinos, con éxito, a la Exposición Internacional y colonial de Lyon de 1894.

Para estar al día de los nuevos adelantos en el sector de las industrias gráficas dos expertos litógrafos jerezanos, miembros de la Sociedad de Artes Gráficas, viajaron a París con apoyo de la empresa Hurtado y el Ayuntamiento.

A su vuelta dejaron memoria escrita de su estancia en la que por un tiempo fue el centro del Mundo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios