Jerez

"En Jerez no hay una sola oferta que retenga dos días a turistas enológicos"

-¿Cómo nace la idea de hacer un congreso de turismo enológico en Jerez?

-Hay una persona que ya no está con nosotros, Antonio Gómez, un técnico municipal al que se echa de menos, con el que empecé a hablar de este asunto cuando yo asesoraba a Ciudades del Vino. Tiempo después Gómez vino con el presidente del Consejo Regulador, Jorge Pascual, para ver qué podíamos hacer para reactivar un poco esta idea del turismo enológico, qué podíamos hacer, si unos seminarios, unas charlas de concienciación... Yo les dije que no, que de qué, que íbamos a hacer un congreso internacional de turismo enológico. Me dijeron que estaba loco. Les pregunté que si me apoyaban, me dijeron que sí y tiramos para adelante.

-Todo el mundo tirando de contactos...

-Sí, nos movimos los tres y nos dimos cuenta de que contábamos con el apoyo de la Junta y del Ayuntamiento, con el sector turístico... y que teníamos 60.000 euros. Esos fueron los orígenes.

-A falta del apoyo académico...

-Sí, ese apoyo vino después, pero ya estaba todo gestado. Yo, que vengo del mundo de la empresa privada, soy un firme defensor de la colaboración entre este mundo y el académico, y este proyecto es una buena muestra de ello. Estoy encantado con el equipo de la Universidad que está trabajando en este proyecto.

- Los países participantes son España, Portugal, Francia, Italia, Argentina y Chile...

-Sí, pero también vienen alemanes e ingleses, aunque no vayan a participar como ponentes. También vienen dos americanos del valle de Napa que, para que nos hagamos una idea, recibe tantas visitas como Disneylandia. Lo tienen muy claro.

-¿Jerez puede aprender de algunas de estas experiencias?

-Sí, Ribera de Duero, Rioja y Penedés se han puesto las pilas...

-¿Cual es más próximo?

-En Penedés, el turismo del vino supone un tercio del turismo... Sí, se pueden definir modelos. Lo importante es definir un destino, pero para eso es necesario unirse y trabajar conjuntamente, pensando en el destino, no en el producto, en el destino. El turista va a un destino. Es muy difícil que venga alguien por una marca de una bodega... Qué duda cabe que hay bodegas perfectamente posicionadas en el mercado del vino, pero no en el turístico. Si tuviésemos una marca tan atractiva que la gente viniera expresamente a Jerez, como ocurre, no sé, como con el Guggenheim en Bilbao. No hay una sola oferta que retenga a un turista de temas enólogos dos días. Tenemos recursos, sí, pero no están articulados.

-Ya no valen los centros de visitas...

-No es suficiente. Podemos tener los mejores centros de visita, seguro, González Byass lo ha hecho muy bien, pero no es suficiente. Vienes, visitas y después qué haces. Si lo conseguimos hacer podemos convertir el mundo del vino en un parque de atracciones. Tú, González Byass me ofreces unos atractivos; tú, Valdivia, otros; tú, Real Tesoro, otros... vamos a ver si tenemos claro que la unión hace la fuerza. Por eso vamos a traer otros modelos a ver si, humildemente, podemos aprender algo.

-Efectivamente, de alguna forma Jerez fue pionero en los años 60 y 70 del turismo de bodegas con las visitas y luego no ha sabido continuar lo iniciado, llegar a la sucesión lógica del enoturismo.

-Como ha sido rentable, como le ha ido bien, han cogido rentabilidades por la explotación de sus instalaciones, no han visto esa necesidad, pero ahora sí que la están viendo.

-Sí, más o menos avanzadas ahí están los proyectos de Valdivia, González Byass, Beam Global en Harveys, 501 del Puerto o Argüeso...

-Conozco todos y están muy bien... pero el carro hay que empujarlo. No debemos ir por libre. Ofertemos conjuntamente la diferencia si queremos retener al cliente, un cliente además que es muy atractivo, que tiene entre 30 y 50 años y un poder adquisitivo medio, medio-alto, que tiene tiempo libre y aprecia la calidad, el servicio y la gastronomía. Es el turismo de escapada, de pocos días, donde Jerez tiene mucho que decir, una ciudad accesible, con un buen casco urbano... Es una historia que hay que trabajar para darle valor, para ser competitivos... los mejores. En España hay 800 empresas y 180 municipios que venden lo mismo que nosotros, si nosotros no sabemos darle valor y elementos diferenciadores, no vienen.

-¿Cree que puede influir que en algunos casos los centros de decisión de las bodegas están muy lejos de Jerez?

-Puede ser, pero a mí no me preocupan las bodegas grandes. Visitas, catas, maridajes, entorno cuidado, que te recomienden un vino en el restaurante... ya sé que es muy difícil hacer bien todo lo que planteo, pero es que se trata de un área de desarrollo económico al que no podemos renunciar y desde la Universidad no vamos a hacerlo.

-En este congreso está la Universidad, están las bodegas -me da que alguna a regañadientes- pero tal vez eche el falta precisamente a los operadores turísticos...

-Pues sí, y siento que me haga esta pregunta, pero la verdad es que en el Congreso solo se ha inscrito un hotel... No voy a decir más, creo que con eso está dicho todo. Parafraseando a Kennedy, no siempre hay que preguntarse que puede hacer tu país por ti, sino tú por tu país... Tal vez estemos mal acostumbrados al proteccionismo de la Junta, que está muy bien, estuvo muy bien, pero aquí tenemos que remar todos en el mismo camino. Todos queremos 'atrincar', claro, pero para eso hay que dar antes un poquito.

-¿El congreso tiene proyección de futuro?

-Queremos hacerlo cada dos años y mantener esa vocación universal al servicio de Jerez, pero no ser un escaparate c omercial de una zona en concreto, como ocurre con otras experiencias llevadas a cabo en otras zonas.

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