Jerez

El Marco dispone de diez días para acogerse al programa de apoyo al sector vitivinícola

  • Bodegas y cooperativas tienen hasta el 16 de abril para solicitar las ayudas en la primera convocatoria

El sector del vino tiene que darse prisa. Bodegas, cooperativas y organizaciones interprofesionales apenas disponen de diez días para acogerse en el primer año de aplicación a las medidas del programa 2019-2023 de apoyo al sector vitivinícola, dotado en España con algo más de mil millones de euros.

La Consejería de Agricultura ha articulado, mediante publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), la aplicación de las ayudas a la reestructuración y reconversión de viñedos, la promoción de vinos en mercados de terceros países y la inversión en instalaciones de transformación e infraestructuras vinícolas, la comercialización, la eficiencia energética y la sostenibilidad, para las que se establece un plazo de presentación de solicitudes que finalizará el 31 de enero de cada año, salvo para la primera convocatoria, que concluirá el próximo lunes 16 de abril.

Así lo puso de relieve ayer el viceconsejero de Agricultura, Ricardo Domínguez, en las Jornadas AgroBank sobre 'Oportunidades en el ámbito vitivinícola para el Marco de Jerez', celebradas en la sede del Consejo Regulador, donde abogó por aprovechar "al máximo" los recursos de un programa de apoyo nacional que cuenta para los próximos cinco años con una financiación del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) de 1.051,6 millones de euros.

Con las propuestas recibidas, la Dirección General de Industrias y Cadena Agroalimentaria elaborará una lista priorizada para su envío al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en la que disfrutarán de una mayor valoración las Entidades Asociativas Prioritarias reconocidas para el sector del vino, tanto de carácter estatal como regional, o las cooperativas y otras entidades asociativas agroalimentarias.

Según el viceconsejero, "estamos ante unos fondos que nos permiten ahondar en objetivos estratégicos", entre los que destacó la importancia de caminar hacia una mayor agrupación de los primeros eslabones de la cadena alimentaria mediante la unión de las entidades asociativas y el asociacionismo agrario, el aumento de la dimensión empresarial y la máxima participación de los viticultores y elaboradores en la cadena de valor.

Para Domínguez, es "fundamental" que los pequeños viñistas y las propias entidades "se alíen para avanzar más".

Estos incentivos, que en el periodo 2014-2018 se han traducido en una inyección de más de seis millones de euros por anualidad al campo andaluz, pueden abarcar hasta el 40 por ciento de la inversión en el caso de micro, pequeñas y medianas empresas -menos de 250 trabajadores y un volumen de negocio inferior a los 50 millones de euros-.

El índice se reduce al 20 por ciento para las grandes empresas de menos de 750 trabajadores y una facturación de hasta 200 millones de euros; y al 10 por ciento si igualan o superan estas cifras.

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