Sucesos

Muere después de prenderle fuego a su piso y lanzarse desde la azotea

  • Los hechos se produjeron en un bloque de la urbanización Las Fresas, junto a la Ermita de Guía. Algunos vecinos afirman haber visto al hombre, de 35 años, con garrafas de combustible horas antes del suceso

Un vecino del número 2 de la calle Ermita de Guía, de la urbanización Las Fresas, F.N.V., de 35 años, falleció ayer como consecuencia de las lesiones producidas tras precipitarse desde la azotea del edificio. Los hechos se produjeron supuestamente después de que le prendiera fuego a su vivienda, un apartamento situado en la cuarta planta, hipótesis ésta que es la que maneja la Policía Judicial.

Según parece, los motivos de su acción podrían tener su origen en un desengaño amoroso, puesto que recientemente había roto con su pareja. Además se veía en la circunstancia de tener que abandonar próximamente su vivienda, en la que vivía alquilado. Algunos vecinos de Las Fresas señalaron a este medio que lo habían visto por la mañana con varias garrafas de combustible que podría haber adquirido en la cercana gasolinera de Cuatro Caminos con las que, presuntamente, habría rociado el piso. Igualmente, el fallecido pudo dejar abierto el gas, a tenor del fuerte olor que detectaron los vecinos y de la gran explosión que se produjo.

Afortunadamente la totalidad de vecinos del bloque pudieron abandonarlo sin riesgo y sin que se produjeran heridos, ya que las escaleras, protegidas con dobles puertas, evitaron la propagación de las llamas y el humo a las zonas comunes, según informaron los bomberos.  

Los hechos sucedieron en torno a la 1 y cuarto de la tarde, cuando una fuerte explosión sobresaltaba a todo el vecindario y a los trabajadores de varias oficinas de la planta baja del edificio. Ali, súbdito nigeriano que vende pañuelos en el semáforo ubicado justo debajo del bloque, junto a la cuesta de la Chaparra, fue de los primeros en presenciar los hechos. Relata que “escuché un ruido muy grande, caerse parte de la ventana, y luego vi fuego y mucho humo. Después lo vi (al fallecido) arriba del todo. Se colgó y yo le gritaba que no se tirara, pero lo hizo”. Ali conocía a la víctima porque “lo veía casi todos los días y siempre me daba algo”.

Otros testigos presenciales que pasaban por la zona cuando se produjeron los hechos señalaron que el fallecido, antes de precipitarse, “hizo un gesto con las manos como si se despidiera de alguien”.

Si el susto en todo el bloque fue grande, más lo fue para los vecinos del cuarto piso. Una de estas inquilinas afirma que “en un primer momento me pareció que la explosión había sido en la calle, pero al oler a gas y salir ya me di cuenta que había sido al lado. Luego vi que en el pasillo había una caja de cerillas”.

Al lugar se desplazó de inmediato la Policía Local –que tuvo que desviar el tráfico en la glorieta de Cuatro Caminos y en la calle Calzada del Arroyo–, la Policía Nacional, el 061 y los bomberos, que tuvieron que emplearse a fondo para sofocar las llamas.

Según informó el 085, fue necesario emplear 4.000 litros de agua para completar la extinción de la vivienda, que quedó totalmente calcinada, aunque el bloque no presenta daños estructurales.

Pasadas las tres el juez decretó el levantamiento del cadáver, trasladado al instituto anatómico forense, en Cádiz. Los vecinos volvieron a sus viviendas a las cuatro. La Policía Científica seguía ayer recabando datos en la vivienda, precintada por orden judicial.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios