VIDAS PERRAS

Ñan, ñan, ñan... que te como Brownie

  • Este podenco pasó muchos años amarrado en una parcela hasta que consiguió soltarse de su cadena

Nuestro perrito llegó a la protectora en las peores condiciones que podéis imaginar. De entre todas las razas de perros que existen, le tocó ser podenco, esa en la que hay gente que sólo ve un perro cazador y al que no brindan una sola caricia o una mínima señal de cariño. Para su desgracia pasó muchos años amarrado en una parcela junto con otros perros pero misteriosamente , o más bien por su voluntad de conocer otra vida, la que cualquier perro se merece, consiguió soltarse de su cadena y así lo encontramos, reclamando una oportunidad y la atención y el cariño de los que tan necesitado estaba. No tenía dientes, debido sin duda a su mala alimentación; al principio, el miedo y la desconfianza se dibujaban en su cara pero aún así, siempre se muestra agradecido y cuando procedemos a la limpieza diaria de su chenil, colabora permaneciendo tumbado en una colchoneta y observando con interés nuestra tarea. Le gusta ir detrás de cualquiera de los voluntarios, buscando la caricia y el roce con ellos.

Por su color, decidimos ponerle Brownie, esa tierna magdalena rellena de chocolate y, como si de un verdadero pastel se tratara, los reposteros de la protectora nos pusimos a elaborar una exquisita receta, para que nuestro Brownie fuera un buen y delicioso 'bizcocho de chocolate'. Para ello seguimos los siguientes pasos:

Cualquier día es bueno para brindarle un homenaje, acogiéndole y dándole cariño

- Una buena cantidad de cariño.

- Un buen chorreón de caricias.

- Varios vasos grandes de ternura.

- Chocolate al gusto hasta conseguir su color.

- Leche de la buena, la que haga falta.

Todos los ingredientes los mezclamos bien, aunque el chocolate y la leche es mejor ponerlos en platito aparte. Se mete en el horno de la protectora, a la temperatura adecuada, al calor de todos nuestros corazones, el tiempo que sea necesario. Después dejamos reposar a nuestro Brownie en un buen sofá, al abrigo de una mantita para que no se enfríe.

Y dicho y hecho. Después de seguir esta receta, con un grado de dificultad medio-alto, pero al alcance de las personas de buen corazón, obtenemos un excelente Brownie. Un Brownie cariñoso, confiado, agradecido, que nos sonríe con su boca desdentada, que te provoca cierta sonrisa de ternura.

Es un Brownie digno de ser recogido y adoptado en una casa, dónde gusten de los buenos pasteles y sean capaces de apreciar su calidad, de percibir sus cualidades … Es un Brownie para comérselo a besos y derretirlo con caricias.

Con esta imaginada receta, queremos hacer un llamamiento a todas las personas que quieran un compañero fiel, cariñoso y agradecido, para que adopten a Brownie o a alguno de sus cientos de compañeros, que día tras día, esperan sentir el calor de un hogar y una familia.

Normalmente los homenajes se hacen a personas y animales, cuando por desgracia ya no están entre nosotros. No queremos que sea ese el caso de Brownie. Cualquier día es bueno para brindarle un homenaje, acogiéndolo y dándole el cariño que él tanto necesita. Porque Brownie es un gran perro al que le debemos eso.

Quizás sea un sueño que no llega, pero dicen que cuando el sueño no te visita, si cuentas ovejitas, enseguida llega … 1, 2, 3, 4, … Ese es nuestro sueño. Por eso seguimos luchando por cambiar el destino de Brownie y el de cientos de perros abandonados. Lo conseguiremos … ya queda poco.

CONCHI VIDAL ALBA

(Voluntaria de 'No Me Abandones')

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