La lluvia anunciada para la jornada del martes se hizo de rogar, pero finalmente llegó y lo hizo con una intensidad fuera de lo común. El responsable municipal de Seguridad, Ángel González, explicaba ayer que "ha sido una noche complicada, con más de 40 salidas de bomberos, mucho achique de agua y colaboración para ayudar a los vecinos". No obstante, la situación se fue tranquilizando a lo largo de la mañana. Las zonas afectadas fueron diversas, desde las barriadas de la Zona Norte y algunas urbanizaciones de la Costa Oeste, hasta el centro de la ciudad, cuyas principales calles amanecían totalmente llenas de barro y con el agua entrando hasta la trastienda de muchos comercios y establecimientos.

En zonas como las calles Larga, Misericordia o Plaza de la Herrería el agua alcanzó una cuarta de altura, entrando en los locales y estropeando género, lo que impidió a algunos comercios abrir en la mañana de ayer. Las tareas de limpieza fueron constantes durante toda la jornada y a última hora de la tarde el fango aún era bien visible en las calles.

Muchos empresarios y vecinos se quejaban de la falta de limpieza de los husillos, junto a los que se amontonaban restos de todo tipo y que impidieron que el agua se evacuara con eficacia. En este sentido, desde el Ayuntamiento aseguran que "Apemsa hace limpieza periódica de husillos y canalizaciones, unos trabajos de los que se va informando públicamente según el orden de actuación", explicó el edil de Seguridad.

También las barriadas de la Zona Norte, como Sudamérica o Los Frailes, vivieron una noche de perros, con el agua entrando en locales y casapuertas, lo que obligó a los vecinos a achicar el agua con cubos pasadas las dos de la madrugada. Otras zonas afectadas fueron la Cañada del Verdugo, con algunos coches inundados, y Urbaluz, donde se cayeron tres muros.

En total se produjeron 25 achiques de agua en viviendas privadas, ocho achiques en la vía pública y el rescate de cinco personas que se habían quedado atrapadas en sus coches, algunas de ellas en el túnel del Oasis y en la antigua N-IV. Precisamente dicha vía tuvo que cortarse al tráfico de madrugada, a la altura de Carrefour (hacia el centro de la ciudad), habiéndose visto afectado también el subterráneo del centro comercial El Paseo.

Por su parte, las zonas más afectadas por la tormenta eléctrica se ubicaron en la Zona Sur, en concreto en el Distrito 21 y la Jefatura de Policía Local.

También hubo que intervenir en un hundimiento de la calzada de unos cinco metros en la avenida del Cisne, y en otros de menor calado en aceras y calzadas de otras partes de la ciudad.

Por su parte el alcalde, David de la Encina, agradeció a la Junta de Andalucía su rápida colaboración en el restablecimiento de la canalización de la vía de servicio de la A-491, entre el tramo desde el recinto ferial hasta Carrefour, que debido a la gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo se vio afectada.