Jerez

Nueva Rumasa pide el preconcurso para diez de las empresas del grupo

  • Las afectadas son Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Trapa, Hibramer, Carcesa, Quesería Menorquina, Elgorriaga y el Rayo Vallecano · La medida da cuatro meses de respiro

Nueva Rumasa solicitó ayer el preconcurso de acreedores para sus empresas Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa (Apis y Fruco), Quesería Menorquina y Rayo Vallecano, con lo que abre una “nueva etapa de reestructuración” que, según la familia Ruiz-Mateos, garantizará “su viabilidad futura y el cumplimiento de la totalidad de sus compromisos”.

El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, aseguró en rueda de prensa, acompañado de sus seis hijos varones y parte del equipo directivo, que su objetivo es proteger los intereses de sus empleados y remarcó que cumplirá sus compromisos con los más de 5.000 inversores que han confiado en la compañía con la suscripción de pagarés o de participaciones. “Si no pudiera satisfacer esa obligación y no tuviera fe, me pegaría un tiro”, afirmó.

Estas diez sociedades, que concentran gran parte de los 700 millones de euros de deuda bancaria del grupo, se han acogido al procedimiento especial de la Ley Concursal, que concede un plazo de hasta cuatro meses para negociar con los acreedores a fin de evitar la suspensión de pagos y que blinda a las empresas ante cualquier entidad que pretenda instar un concurso de acreedores necesario. Los principales acreedores son Banco Santander y Banesto.

La propuesta de Nueva Rumasa a sus acreedores se centrará en el aplazamiento de la deuda, según el consejero delegado del grupo, José María Ruiz-Mateos Rivero, quien a preguntas de los periodistas descartó la petición de una quita, a lo que el patriarca de la familia replicó: “aquí no se quita nada, se añade”. Ruiz-Mateos hijo detalló que el grupo ha sufrido todos los efectos de la crisis, pero su situación “se ve agravada” por una “bestial campaña orquestada” por intereses que dijo desconocer, por lo que se ha visto “obligado a solicitar esta medida de protección judicial”.

No obstante, subrayó que el preconcurso no afecta a la actividad diaria de la compañía ni a su patrimonio, que “roza los 6.000 millones de euros”. “Estamos seguros de que la situación es reversible y podrá ser modificada en breve”, aseveró el empresario, quien apuntó que todos los inversores están al día en sus cobros y que los puestos de trabajo “no están en peligro”. Además, anunció que Nueva Rumasa mantiene conversaciones “muy avanzadas” con un grupo inversor extranjero que prevé tomar una participación minoritaria aún por determinar e inyectar capital en el grupo, con una aportación que inicialmente cifran hasta en 500 millones de euros.

El fundador de Nueva Rumasa manifestó su satisfacción por la creación de Nueva Rumasa, tras el “robo” del antiguo holding. Además, recordó que el próximo miércoles se cumplen 28 años de la expropiación y sigue pendiente de resolver el contencioso del justiprecio por el que la familia reclama 18.000 millones de euros.

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