Jerez

Osborne inicia el traslado a El Puerto de existencias de brandy de Domecq

  • Hace los primeros movimientos casi un año después de adquirir 'Carlos I', 'Carlos III' y 'Felipe II' a Pernod · Las marcas todavía no aparecen en su web · El embotellado por ahora sigue en Beam Global

El Grupo Osborne comenzó el pasado mes de diciembre el traslado a sus instalaciones de El Puerto de parte de las existencias de brandy adscritas a las cuatro marcas ('Carlos I', 'Carlos I Imperial', 'Carlos III' y 'Felipe II') que iban incluidas en el paquete de catorce que la casa portuense compró a Pernod Ricard procedentes del catálogo 'clásico' de Domecq y Blázquez.

Se trata todavía de partidas pequeñas de espirituoso, pero su traslado significa el principio del fin del período de transición que se acordó entre las partes implicadas en dicha venta, Pernod Ricard como vendedor, Grupo Osborne como comprador y también Beam Global (antiguas bodegas Domecq) ya que hay que recordar que la compra-venta debía respetar por un período transitorio los intereses de esta bodega, que custodia las existencias, es depositaria de lo que técnicamente se denomina know-how de las marcas ('saber cómo' literalmente traducido del inglés, 'saber hacer' en su transcripción ajustada) y es todavía la responsable de su embotellado, en función de la demanda que recibe de la propietaria de las mismas.

Esta 'custodia' es fruto del reparto que Pernod Ricard y Beam Global hicieron de los activos de Allied Domecq tras su compra conjunta en 2005.

El embotellado de las cuatro marcas de brandy siguen realizándose por ahora de manera íntegra en las instalaciones de Beam Global (igual que ocurre con las cuatro de las que Osborne a su vez decidió desprenderse meses después y que fueron adquiridas por un cuarto operador, el Grupo Caballero, que tuvo que subrogarse a los compromisos adquiridos por Osborne. Estas marcas, por cierto son 'La Ina', 'Río Viejo', 'Botaina' y 'Viña 25').

El período transitorio no ha sido dado a conocer nunca por ninguna de las partes. Fuentes próximas a la operación de compra-venta señalaron en su momento, que eran dos años. En una resolución de la Comisión Nacional de la Competencia en la que se "autorizaba la concentración" (así lo define) se señala que dicho período será un plazo inferior a tres años, pero no se señala exactamente cuánto.

Hace ya casi año -fue el 29 de enero de enero de 2008- que se cerró esta operación, sin duda una de las más importantes de la década, con Grupo Estévez y Nueva Rumasa pujando también hasta el final. Fue, además, una operación muy compleja, con muchos intereses cruzados, más allá de respetar por un plazo determinado los intereses de Beam Global. No se trató, ni de lejos, de una puja en la que el grupo francés eligiera la oferta más alta y ya está, ya que, por ejemplo Pernod no estaba dispuesta a renunciar al a distribución de dichas marcas en un mercado clave para el brandy de Jerez como es el de Filipinas. Pernod Ricard y Osborne ya tenían varias acuerdos recíprocos de estas características, ya que Osborne distribuye en España la marca Seagram's y Pernod, a su vez, distribuye el brandy '103' en varios países del continente americano.

Con esta compra, Osborne 'remató' de alguna manera su supremacía en el negocio del brandy de Jerez, con una cuota en el mercado nacional (incluido Torres y otros productores) de entre un 30% y un 40% del total, por encima de Beam Global y González Byass. Hay que recordar que el grupo portuense tiene en su portafolio marcas como 'Magno', 'Veterano' , 'Toro', 'Independencia', 'Conde de Osborne' o el mencionado '103' (por cierto, en la web oficial del grupo todavía no aparecen las marcas de Domecq adquiridas a Pernod).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios