El primer viernes de marzo, que este año sí cae en plena Cuaresma, tiene unas citas ineludibles en el devocionario pasional de Jerez y con una localización geográfica muy concreta: el casco histórico de la ciudad. Desde San Lucas hasta San Juan.

En torno a estos dos templos alfonsinos circularon centenares de personas para postrarse ante el Señor de las Tres Caídas como gran emblema de la jornada junto a la elegancia y severidad del Cristo de la Esperanza en San Juan de los Caballeros y el Señor Cautivo en la capilla del Cristo del Amor.