Jerez

"Pinto lo que creo conveniente"

  • El artista habla de la polémica generada a raíz de la retirada del encargo del cartel oficial de la Semana Santa 2008, dice no estar enfadado, pero no oculta que ciertas presiones le obligaron a abandonar

Francisco Toro Iglesias, Paco Toro en el mundo del arte, nació en Jerez el 11 de febrero del año 39. La calle Consistorio, en una casa del piso superior de la capilla del Señor de la Puerta Real sería su lugar de nacimiento. Hijo del también pintor Fernando Toro Ramírez, uno de los autores jerezanos que más influyó en las generaciones posteriores, se sintió interesado desde niño por la creación artística, llegando a ser con su esfuerzo, su dedicación y su trabajo diario, un gran exponente internacional del estudio y definición plástica del caballo cartujano, seña de identidad tradicional de nuestra ciudad.

-Ha recibido recientemente el Premio Ciudad de Jerez a la creatividad, y ahora le nombran Jerezanísmo del año por su labor artística y cultural. ¿Los premios llegan siempre a tiempo o llegan siempre tarde?

-Pues es una pregunta importante. Los premios llegan tarde o no llegan. ¿Por qué llegan? Llegan porque al final del tiempo yo he hecho una obra que ni yo me lo creo: tremenda. Me han dicho todo tipo de halagos, "eres el mejor". "Eres un fenómeno, Paco". Me han reconocido un trabajo que, en realidad estaba reconocido de siempre.

-¿Es profeta en su tierra? ¿Se considera así?

-Claro. ¿Por qué no? Debo serlo. No tendría yo que irme de esta tierra... Me he ido. He estado en Barcelona, en Estados Unidos, en Miami. He hecho viajes de todo tipo. Me he ido a vivir a Cataluña pero me vine porque había que hablar la lengua (dice unas frases muy rápidas en catalán y se ríe). Entonces le dije a mi mujer que hiciera las maletas que nos volvíamos.

-Una pintura suya va a ilustrar el cartel que Diario de Jerez presenta con motivo de la Semana Santa. La obra es del año 79. ¿Tiene que ver algo con la pintura que hace ahora?

-Ante la cantidad de cuadros que yo he pintado, que es brutal, yo he ido siempre a mejor, a más. Siempre he sido muy atrevido con todo. He pintado una enormidad de cuadros.

-¿Pero ese atrevimiento se refiere a su modo de vida como artista, o también a la manera de ejecutar sus cuadros?

-Yo le meto mano a todo lo que haga falta. Cuadros que me han dado morcilla yo los llevo por su camino. Siempre. En mi genética tiene que haber cosas de mi padre. Él vino de una guerra civil, del hambre y toda una serie de calamidades, con una familia grandísima... A partir de eso, yo estuve siempre pendiente de mi padre. Yo crecí al ladito de él y aprendí todo lo que sé. Fue un grandísimo pintor.

-Esa época dura en la que usted creció, ¿influyó en su obra? Es decir, colores, temática, etc.

-Yo pintaba barcos constantemente. Me gustaba mucho, el resto de mi estilo vino con los años.

-Esta pregunta en realidad son dos: ¿Francisco Toro entendería la pintura sin la figura del caballo? ¿Entendería el público a Francisco Toro sin la presencia del caballo en su pintura?

-Claro que se entendería. He pintado el caballo porque siempre me ha gustado ese animal. Lo miré, lo estudié. Conozco sus movimientos, su anatomía. Hoy pinto los caballos de memoria. Con tantísimo tiempo haciéndolo ya no necesito ver un caballo para nada. Tengo un cajón que puedes ver con al menos 900 dibujos de caballo de Paco Toro.

-No quiero terminar esta charla con usted sin hablar del cartel oficial de la Semana Santa de Jerez.

-Yo te lo voy a explicar muy fácilmente porque no tengo nada que esconder. A mí vinieron a buscarme y me dijeron: Paco, queremos que nos hagas el cartel de este año. Yo dije que eso era un regalo para mí, claro. Algo delicioso. Pero me trajeron una serie de santos y de imágenes, pero yo eso no lo necesito. Yo tengo que pintar un cristo como a mí me dé la gana. Tenía 35 días para hacer el cuadro, pero se puso todo al revés para que el cuadro no saliera. Posiblemente me equivoqué al elegir el tipo de barniz, y desde ahí todo empezó a torcerse. Me sugirieron además poner esto o poner lo otro, y yo tengo que pintar lo que crea conveniente.

-¿Está enfadado?

-No, en absoluto. No estoy enfadado para nada. ¿Qué motivos iba a tener?

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