Jerez

Podemos trata de interferir en las primarias socialistas

  • Pablo Iglesias propone una moción de censura después de que Pedro Sánchez diga que "el PSOE de la abstención" no pide la dimisión de Rajoy

  • Rechazo unánime a la propuesta

Susana Díaz saluda a una mujer, ayer en Hinojos.

Susana Díaz saluda a una mujer, ayer en Hinojos. / josé manuel vidal / efe

El PSOE no titubeó esta vez ante el último artefacto mediático de Pablo Iglesias; en apenas unos minutos, los socialistas rechazaron ir de la mano de Podemos en una moción de censura contra el presidente Mariano Rajoy. Justo cuando el PSOE se haya inmerso en sus elecciones primarias -no tendrá líder hasta el 21 de mayo- y cuando uno de sus candidatos, Pedro Sánchez, ha enarbolado la bandera de las críticas a su dirección por una supuesta falta de firmeza ante los casos de corrupción del PP, Pablo Iglesias propuso a los socialistas iniciar unas negociaciones para sacar a Rajoy del Gobierno. Unos pocos minutos antes de dar la rueda de prensa en Madrid y después de haber convocado a los medios, Pablo Iglesias telefoneó al presidente de la gestora, Javier Fernández, para proponerle este acuerdo. Y el asturiano no lo creyó. Uno tras otros, los tres candidatos a las primarias -Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López- rechazaron la moción, y también lo hizo el PNV, uno de los partidos que sería necesario para sacar una iniciativa así en el Congreso. Para aprobar la moción de censura, sería necesario que la mayoría absoluta del Parlamento vote a otro presidente.

Susana Díaz habló por la mañana con Javier Fernández y éste con otros dirigentes, y no se tardó en desactivar la propuesta de los podemitas, propuesta de la que tampoco habían sido informados los propios diputados del partido morado.

Sánchez sostiene que "el PSOE de la abstención" no puede pedir la dimisión de Rajoy

"Es la misma mala fe", dijo el portavoz socialista Antonio Hernando, que Pablo Iglesias empleó cuando anunció un Gobierno de coalición con Pedro Sánchez, sin comunicárselo al propio candidato, para después votar en contra cuando éste se alió con Ciudadanos. Iglesias era consciente de que su moción no tenía visos de salir adelante, ni el PSOE le va a votar como presidente del Gobierno ni el PSOE está en condiciones de presentar a un candidato, diputado, cuatro semanas antes de celebrar sus primarias. Pero con ello, el líder de Podemos mete, así, presión a los socialistas. Iglesias actúa como una cizaña entre los socialistas, el estuvo pescando en los sucesos del comité federal de octubre. Horas antes de su intervención, Pedro Sánchez abundaba en lo mismo que Iglesias critica al PSOE: que la gestora está siendo "poco contundente" contra Mariano Rajoy.

Desde Hinojos, Susana Díaz rechazó la moción por que entiende que Pablo Iglesias "sólo busca llamar la atención", pero además dejó un recado para Pedro Sánchez: "El principal problema que tiene el PSOE es cómo ganar a Rajoy, después de que un partido como el PP, lastrado por la corrupción, que había hecho tanto daño, sacara 137 escaños cuando nosotros os quedamos en 85, de que el peor PP le ganara al PSOE con el peor resultado de su historia en democracia".

Los pedristas se han venido arriba con los escándalos del PP, casos como el de Ignacio González, que demuestran que la dirección popular desoyó las denuncias internas sobre la cuenta que poseía en Suiza el ex presidente de la comunidad de Madrid. En una entrevista en la Cadena Ser, Pedro Sánchez fue muy duro contra la gestión que está haciendo el Grupo Socialista en el Congreso y la propia dirección de Ferraz, al juzgar que están siendo "poco contundentes". "El PSOE de la abstención tiene muy difícil pedir la abstención de Rajoy", indicó Sánchez en lo que supone el lanzamiento de un misil contra la línea de flotación de la gestora y, por ende, contra la candidatura de Susana Díaz. Ya desde Lugo insistió en lo mismo: que si el PSOE tuviese un líder, sería más duro con Mariano Rajoy. No obstante, rechazó la propuesta de Pablo Iglesias.

Pedro Sánchez solicitó el lunes a la gestora que actuase de modo inmediato para obligar a Rajoy a comparecer en el Congreso, pero la dirección le respondió que ya ha pedido, pero en el curso de la comisión de investigación que se abrirá para juzgar la financiación del PP. Para el candidato, "son excusas formales". Esta actuación del ex secretario general viene creando un gran malestar en el PSOE, pero es la línea que más aplauden los partidarios de Sánchez: fue él quien, a fin de cuentas, perdió el cargo de secretario general por oponerse a la investidura de Rajoy.

Y en este contexto, de agriamiento de la vida interna socialista, faltaba Pablo Iglesias, siempre dispuesto a colocar el dedo sobre la llaga de los socialistas. El PP y el Gobierno de Rajoy atraviesan uno de sus peores momentos, pero la erosión en el Congreso es, en efecto, mínima. De hecho, el presidente del Gobierno ha pasado todos estos días en Sudamérica, mientras algunos de sus ministros más afectados por posibles filtraciones a Ignacio González, caso Juan Ignacio Zoido y Rafael Catalá, han sido confirmados en sus puestos.

Ya por la tarde, y en el mismo Hinojos, Susana Díaz volvió a marcar sus diferencias con Podemos: "Hoy se levanta, quiere volver a ser el centro de todo y nos monta otra pantomima con la moción de censura. ¿Por qué no votó la otra, cuando se iba a echar a Rajoy en la sesión de investidura? No me va a callar cuando intente interferir en las elecciones internas, no va a cuestionar a Felipe, yo defiendo a Felipe, a Alfonso y a Zapatero, no me voy a arrugar". Uno de los asuntos estratégicos que separan a Susana Díaz de Pedro Sánchez es su visión sobre Podemos. Mientras el ex secretario general es partidario de una alianza con esta izquierda para gobernar, la presidenta andaluza rechaza este acuerdo.

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