Presentado quedó el bellísimo cartel que anuncia trescientos años de belleza y señorío de la Virgen de la Piedad en la ciudad. Trescientos años de una imagen valedora de la quintaesencia de la imaginería barroca andaluza. Una locura de Madre que con orgullo cuidan con mimo los cofrades del Calvario.

Si Ignacio López -creador de esta bella obra- hubiera estado en la noche de ayer en las bodegas Bertemati -no confundir con el palacio-, hubiera llorado de emoción. Como ayer lo hicieron los muchos hermanos del Santo Entierro. Cofrades del Viernes Santo, de túnica negra y guantes de cabritilla. De terciopelos en los antifaces y en los fajines. Nazarenos elegantes de capa que acompañan desde hace ya tres siglos a la imagen de la Piedad.

El acto dio comienzo a las 20,30 horas. Asistieron representantes de la Unión de Hermandades junto con concejales del Partido Popular, miembros del gobierno local así como la junta en pleno de la hermandad del Calvario y cofrades en general de la ciudad. Estuvo magníficamente dirigido por el cofrade y periodista José Vegazo Mures. Con una semblanza cargada de historia que intentó reflejar tamaña belleza de la Santísima Virgen. Y todos los congregados sintieron como el corazón ardía de fervor gracias a las palabras poéticas e hilvanadas de Vegazo.

A continuación se dio paso a la banda municipal de música de Ubrique que, en el cómputo general del acto, interpretó marchas de procesión. Grandes obras como Cristo de la Expiración o Desamparo. También clásicos como Amarguras o Soleá dame la mano de Font de Anta. Y, para rematar, en la segunda ronda de marchas, Nuestra Señora de la Piedad, del maestro Manuel Fernández Molina, Parrilla de Jerez.

La obra

Seguidamente se desveló el cartel, una gran estampa que el fotógrafo jerezano Javier Romero Díaz ha compuesto para este aniversario. Para Javi Romero, "un orgullo poner mi mirada a disposición de la hermandad en unas efemérides tan importantes", comentaba tras finalizar el acto.

En este cartel aparece la Virgen vestida con un claro sabor a tiempos pasados. Con saya de salida, un manto isabelino que regalara a la cofradía la reina Victoria Eugenia y una corona de plata muy del diecinueve. Sus manos parecen acariciar a todo el pueblo jerezano. Una maravilla. En la parte inferior, un lema claro y conciso: "Piedad" sustentado por dos fechas: 1718 - 2018.

Posteriormente se dio paso a una impresionante saeta que interpretó Laura Millán. Saetas que siempre han estado unidas a la Virgen por estar enclavada en un lugar tan flamenco como es el Calvario, junto a la collación de Santiago.

Y para finalizar, unas palabras sentidas del hermano mayor, Enrique Espinosa de la Calle, en la que agradeció a los patrocinadores y aprovechó para piropear a su Virgen. Y un aplauso unánime.

Se cerró el acto con el himno nacional y se brindó con una copa de Jerez gracias a la gentileza del grupo Díez Mérito. Y se brindó por tamaña celebración.

Gran cartel para el aniversario de una belleza serena que se pasea, desde hace tres siglos, cada Viernes Santo, por las calles jerezana; para orgullo de esta ciudad.