Jerez

Primeros en producción, últimos en facturación

  • La industria corchera carece del tejido manufacturero que haga aumentar las exportaciones y genere más empleo

  • La Junta ultima un plan estratégico

Un operario de la empresa municipal jerezana Montes de Propio, en la nave de limpieza de corcho.

Un operario de la empresa municipal jerezana Montes de Propio, en la nave de limpieza de corcho. / miguel ángel gonzález

La provincia es uno de los referentes en la producción corchera de España. No en vano, el año pasado salieron de las más de 94.000 hectáreas de alcornocales gaditanos en torno a 15.000 toneladas de corcho. Sin embargo, la preponderancia que el sector tiene en la fase de producción es inversamente proporcional a la su peso en el proceso de manufactura y de comercialización. Con el objetivo de potenciar esta actividad y, sobre todo, incrementar el valor del producto en origen, la Junta de Andalucía emprendió hace dos años la elaboración de un plan estratégico cuyo borrador se presentó ayer al sector en los Museos de la Atalaya de Jerez a los principales representantes del sector en la provincia para que hagan aportaciones y pueda ser aprobado por el Consejo de Gobierno en próximos meses. No obstante, a principios de verano ya se presentó un avance de este análisis en unas jornadas en la Cámara de Comercio jerezana.

Al acto de ayer acudió el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, quien explicó que se ha elaborado este documento ya que, "tras haber hecho un análisis del sector, se comprueba que tiene ciertos déficits; el principal es que somos el principal productor de España" -no en vano el 56% del corcho español se produce en Andalucía- "pero el valor añadido no se queda aquí". Por ello, el responsable autonómico incidió en que uno de los objetivos del plan es aprovechar el "potencial" de la comunidad para hacer un sector con mayor peso.

El plan hace un análisis del sector y detalla las líneas para hacer crecer la actividad

El Plan Estratégico del Alcornocal y del Corcho, que tendrá una vigencia de 20 años, hace en primer lugar un estudio sobre la situación de los bosques de alcornoques de la región para luego analizar el tejido productivo existente en torno a esta actividad. De este modo, las masas existentes a lo largo del Parque Natural de los Alcornocales y de Grazalema así como en su entorno se encuentran en una "situación difícil", tal y como se describe en el informe, ya que arrastra problemas como una alta densidad, la influencia de los vientos desencantes o o la reducida regeneración, que están provocando que progresivamente vayan desapareciendo ejemplares.

Como contrapunto, en los últimos años se ha producido un cierto repunte en la producción de corcho en la provincia. Así, y según datos de la Consejería, se ha pasado de las 9.300 toneladas en 2012 a las 14.961 toneladas de corcho de reproducción (el que se obtiene tras la extracción del bornizo, que es el primero que se retira) del pasado año.

Sin embargo, la asignatura pendiente es el proceso de transformación. A finales de 2015, en Andalucía había 24 empresas de pequeño tamaño que generan unos 180 puestos de trabajo directos, aunque no durante todo el año. Según el estudio, el grueso se dedica a la denominada "primera transformación", que corresponde a las fases de cocido, calibrado, escogido y enfardado. La excepción son las firmas que se dedican a la elaboración de tapones, una actividad con un fuerte arraigo dada la importancia del sector bodeguero en estas latitudes.

A esto se une, siguiendo las conclusiones del mismo diagnóstico, que es un sector con un elevado nivel de monopolización -el gigante es la empresa portuguesa Amorim que acapara buena parte del mercado- condicionando notablemente los precios. No en vano, el estudio advierte de que estas multinacionales están tendiendo a "aumentar la compra directa en campo" y a realizar las primeras transformaciones de producto en las industrias auxiliares que dependen directamente de ellas, una situación que "choca con el sector de primera transformación propio de Andalucía". No en vano, las estadísticas corroboran una importante caída de las exportaciones y la excesiva dependencia del mercado portugués. El Plan Estratégico del Alcornocal y del Corcho marca que la provincia exportó en 2011 unas 2.400 toneladas; sin embargo, dos años más tarde no se alcanzaron las 1.000 toneladas. Mientras tanto, el precio se ha mantenido en torno a los dos euros por kilo, un importe, que según la Junta, "es un indicativo claro del bajo nivel de transformación en los productos exportados"

A pesar de este panorama, el consejero es optimista al estar convencido de que el sector tiene mimbres para crecer mediante la diversificación de su producción, la mejora de sus procesos industriales y el avance en la cadena de transformación. En este sentido, José Fiscal señaló ayer: "La industria del corcho debe ganar peso específico porque, además, fija población en el mundo rural y permite que haya empleo".

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