Jerez

Promesas que nunca se cumplen

  • El temporal que azotó la ciudad días atrás ha vuelto a dejar al descubierto la necesidad de reformas en La Liberación. Los vecinos declaran que "ya no nos creemos nada, estamos cansados de tantas palabras bonitas"

Ya no se creen nada. Los vecinos de La Liberación están "hartos" de escuchar promesas sobre los futuros arreglos en la barriada que nunca se cumplen. Hace unos días la lluvia volvió a inundar las calles de esta barriada, de la zona sur, dejando de nuevo en evidencia las deficiencias en el alcantarillado. Desde el Ayuntamiento anuncian que las obras para evitar las inundaciones en el barrio empezarán "en verano". La delegada de Medio Ambiente, África Becerra, anunció tras la junta de gobierno local que se celebró el pasado viernes, que "está previsto que estos trabajos comiencen en verano, ya que se pretende que esta obra se desarrolle en el menor plazo de tiempo posible y en esta época del año se reducen las inclemencias meteorológicas". Sin embargo para muchos vecinos estas promesas ya no tienen valor. "Yo ya no me creo nada. Por aquí han pasado todos los alcaldes y siempre nos han prometido cosas, pero hasta ahora no han puesto solución a ninguno de nuestros problemas", declara Rosario, vecina de la barriada, quien además denuncia que "con la imagen que se está dando del barrio estamos quedando fatal. Quien quiera vender ahora la casa no va a conseguir ningún comprador. La Liberación tiene ahora muy mala imagen, de hecho, nunca ha habido casas con carteles de inmobiliarias y ahora ya se pueden ver algunos".

Las lluvias torrenciales del pasado mes de septiembre dejaron a los vecinos con el 'miedo' en el cuerpo. "Estamos con el temor a todas horas. Las noches en las que empieza a llover me tengo que levantar de la cama porque recuerdo lo que pasó el 12 de septiembre. Si cae algo de agua ya estamos poniendo las tabicas en las puertas para que no entre", declara Antonia Ríos, quien al igual que Rosario denuncia que "por muchas promesas que nos hagan no nos lo vamos a creer hasta que no lo veamos, estamos cansados de tantas palabras bonitas. Ya es hora de que nos ayuden". En la puerta colindante a la de Antonia vive Ana Sánchez, quien relata que "con la edad que tengo cuando ponemos la tabica no puedo salir de mi casa. Así que en esta semana no he salido para nada. En toda mi vida sólo he visto en dos ocasiones unas lluvias como las de este año". Si para todos los vecinos estas deficiencias afectan a la vida diaria, para las personas mayores las consecuencias aumentan "Aquí viven muchas personas de edad avanzada y nadie se acuerda de ellas", apunta Rosario.

"Estoy atacada. Con sólo ver el agua en la puerta me pongo nerviosa. En las lluvias de estos días no llegó a entrar el agua en casa pero tuvimos que poner una tabla. La verdad es que se pasa muy mal", declara Elisa Gil. Esta vecina de la barrida ya no quiere saber nada del Ayuntamiento, "de política no entiendo mucho pero espero que algún día hagan algo en el barrio. Aunque hay que decir que ya han tenido tiempo suficiente para hacerlo".

Es evidente que los problemas en La Liberación no han desaparecido. El clima entre los vecinos ya es de desesperación e incredulidad. No quieren escuchar falsos compromisos, ni estar en la "fotito" con el representante del Ayuntamiento que toque en cada inundación. Lo que piden a gritos son actuaciones urgentes porque "no sólo nos ponen en evidencia las deficiencias del barrio, sino que los políticos también favorecen a la proyección de la cara mala de la barriada. Esta zona es muy tranquila, con muy buenos vecinos y, como todos, también pagamos nuestros impuestos", recalca Rosario.

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