noelia lópez-cheda. ingeniera y profesora

"¿Quieres demostrar que eres un gran padre o que tus hijos aprendan?"

  • Las Bodegas Williams & Humbert acogen la ponencia 'No seas la agenda de tus hijos y prepárales para la vida', con consejos para prevenir la figura del 'padre-dron'

'No seas la agenda de tus hijos y prepáralos para la vida', con esta premisa, que también da título a su primer libro, se presentó ayer Noelia López-Cheda en una conferencia organizada por los centros de Attendis Grazalema y Guadalete en las Bodegas Williams & Humbert. La protagonista de la jornada es licenciada en Ingeniería Industrial, está certificada como coach profesional y tiene el máster de Profesor de Educación Secundaria y Bachillerato. Su profesión se centra en la consultoría de Recursos Humanos aunque su mayor pasión es la educación. Por eso, trabaja en el desarrollo de equipos docentes que comparten este mismo compromiso mediante diversos tipos de Formación. Es firme defensora de que "otra educación es posible, en la que se potencie el talento genuino e individual", algo que ve día a día en su faceta como madre de sus dos hijos, Enma y David.

-Explíqueme eso de no ser la agenda de sus hijos.

-El título va en línea del libro que publiqué con el objetivo de hacer reflexionar a los padres de la necesidad de que los niños trabajen unas habilidades necesarias para la vida en un mundo incierto y que no se enseña en los colegios.

-¿Cuáles son estas competencias y cómo se las presenta a los padres?

-Las presento como desafíos porque creo que son unos retos para los padres y los colegios. Hay más, pero creo que son esenciales la autonomía, la responsabilidad positiva, la habilidad de comunicación y la proactividad. Hablo también sobre las nuevas tecnologías, de lo que se nos viene encima como padres, no como usuarios, además de qué cosas o qué enfoque tenemos ahora, cómo veo la realidad que nos enfrentamos.

-¿Cómo es esta realidad ?

-En esta realidad influyen muchas cosas y además a mí no me gusta comparar generaciones, porque siempre da la sensación de que lo tenemos más complicado y no creo que ese sea el enfoque correcto. Cada generación es distinta y no vale la misma estrategia. Lo que nos caracteriza a esta nueva tanda de padre es que todo va absolutamente rápido, estamos inmersos en un mundo de cambio continuo y encima se le ha añadido la tecnología. Tenemos un escenario incierto y nos levantamos sin saber qué va a venir. Antes todo parecía mucho más predecible, por ejemplo estudiabas algo y tenías el futuro asegurado, hoy ya no.

-¿Las empresas también han cambiado su forma de buscar a futuros trabajadores?

-Hoy las empresas buscan gente que solucione problemas. Siempre digo que de una patada salen 10.000 licenciados, ¿con quién me quedo? Con el que por un lado tenga más conocimientos, que hay que tenerlos al fin y al cabo, pero son estas competencias las que determinan finalmente el éxito. La habilidad para recuperarse hace que vayan avanzando y consiguiendo las metas. Si los padres y educadores no trabajamos esa parte les estamos dejando cojos y vienen esas generaciones a las que les falta desarrollar la parte más humana y de relación con los demás. Hay que tener claro que el 80% de los niños de hoy van a trabajar en cosas que ahora no existen. Con este miedo que nos rodea, los padres estamos hiperprotectores por no saber qué va a pasar a nuestros hijos. Para mí ya han evolucionado y no son 'padres- helicóptero', yo los llamo 'padres-drones' porque supervisan a todas horas dónde sus hijos están y de qué manera.

-Una ayuda contraproducente.

-Con este afán protector no les ayudamos, en efecto. Tenemos que darles herramientas para que sepan abordar los problemas, no solucionarlos por ellos.

-¿Qué generación tendríamos a cambio de esa educación basada en el medio y la sobreprotección?

-Personas muy miedosas e incapaces de enfrentarse a retos, muy inmovilistas porque piensan que van a fallar.

-¿Cómo son los padres de hoy?

-Intentamos focalizar nuestra vida en ellos. Ahí está la figura del hiperpadre, empeñado en que tengan lo que nosotros no hemos tenido. Las madres de hoy focalizan el ser madre como la aspiración máxima de la mujer. Esa maternidad que han creado es una competición a ver quién es mejor padre o mejor madre, quién es la más guay, aunque todo se reduce a la parte material. Estos son ingredientes de los que luego veo consecuencias en los Recursos Humanos de distintas empresas con las que colaboro.

-Ahí vuelve a jugar un papel importante el 'padre-dron'.

-Claro, porque en vez de ver cómo salen del problema, lo que hacemos es salir por ellos. Les transmitimos un mensaje de que siempre vamos a estar ahí. Esto se ve desde trabajos del colegio hasta padres que hacen a sus hijos el Trabajo de Fin de Grado, ¿quieres que tu hijos aprendan del error y el éxito o que se demuestre que tú eres un gran padre? No hay nada de malo porque el niño lleve mal la tarea al colegio. Ya aprenderá.

-¿Hay que educar a los padres?

-Yo siempre hago hincapié en el tema del ejemplo, de mírate tú primero, ¿qué estás haciendo tú para ver qué estás haciendo a tu hijo? No puede ser que un padre esté viciado con la tecnología y le diga a su hijo que deje el móvil, aunque todos estamos idiotizados con las redes sociales. Tenemos que ser el reflejo en el que se miren.

-¿Cuál de las competencias de las que habla considera más importante con miras al futuro?

-Me gusta especialmente el tema de la autonomía, es la primera que escribí en mi blog y le tengo un cariño especial. Se basa en que los niños sepan buscarse la vida, un pilar básico en la vida. Enlazada con esa, diría que es muy importante también la proactividad o responsabilidad positiva, la capacidad de enfrentarse la vida desde un punto de vista positivo. Es un gran regalo enseñarle eso a tus hijos porque hoy en día estamos rodeados de quejas y situaciones negativas. Parece filosófico pero es donde se sustenta la realidad hoy día.

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