Solidaridad quiso ayer responder a las declaraciones del delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, y la delegada de Participación, Miriam Alconchel, que acusaban a la federación de "radical" y mandar mensajes políticos. Ante esto, el presidente Sebastián Peña recordó que la decisión de informar sobre varios asuntos vecinales fue tomada en un consejo vecinal celebrado el pasado 26 de enero, "en donde se contrastó que la mayoría de las asociaciones federadas manifestaron su gran malestar por las promesas incumplidas y el tratamiento que están recibiendo las asociaciones de vecinos de Jerez por parte de gobierno municipal".

Desde la federación resaltaron que "no obedecemos ni recibimos consigna de ningún partido político y defendemos las peticiones vecinales que nos llegan", apuntó Peña, quien resaltó que "esta federación desea que la alcaldesa y los miembros del gobierno se sienten con nosotros a resolver los problemas que planteamos y seamos oídos e informados de cuanta justas reivindicaciones ciudadanas planteamos". El presidente de Solidaridad declaró que "no estamos dispuesto a recibir ninguna descalificación por repuesta. Lo único que deja en evidencia es la aptitud antidemocrática del gobierno municipal ante justas reivindicaciones ciudadanas".