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Jerez

"Tarde o temprano habrá un muerto, la tensión es muy grande"

  • Vecinos de las 'Casitas bajas' piden mayor presencia policial en la zona tras la última reyerta

La última revuelta en el Polígono San Benito, concretamente en la zona conocida como 'Las casitas bajas', y que según fuentes de la Policía Nacional sumó ayer a más detenidos, ha provocado una oleada de quejas entre el vecindario, cansado ya de soportar una situación que muchos consideran "inaguantable". Es más, muchos están convencidos de que el nivel de tensión es tal que de seguir así las cosas "tarde o temprano habrá algún muerto".

Con el miedo como gran dominador, ya que la gran mayoría no quiere aparecer ni dar sus nombres por posibles represalias posteriores, el ambiente es tenso desde hace varios meses, algo que se ha intensificado en el último mes donde ha habido varias situaciones graves, la última la del pasado miércoles. Antes, hace concretamente un mes, "hubo otra gran pelea y acabaron lanzando los cuchillos o lo que tenían por encima del muro del colegio del Safa", admite otro vecino, que no quiere dar su nombre.

La comunidad educativa del Victoria Alba, amenazada por un grupo de jóvenes

María lleva en el barrio varias décadas y aunque su vivienda está un poco alejada de la zona más conflictiva asegura que "nunca paso por ahí, sobre todo por la tarde, me da mucho miedo". Sus quejas salpican al propio Ayuntamiento y a la Policía "porque la mayoría de las veces que llamamos es para nada, hay ocasiones en que ni vienen".

Pero si hay alguien en la zona que conoce bien el asunto, no en vano lleva 18 años dentro del movimiento vecinal, esa es Paqui Pazos, que ha solicitado pública y formalmente a las instituciones pertinentes "una mayor actuación policial o al menos un reforzamiento en esa zona". Sin embargo, pese a sus quejas, como muchos otros vecinos, "todo sigue igual, ya estamos cansados".

Dentro de ese perímetro conflictivo, por llamarlo de alguna manera, encontramos el Ceper Victoria Alba. Tras un periodo relativamente tranquilo, de un tiempo a esta parte el grado de delictividad ha crecido considerablemente en la zona.

En las últimas semanas han sufrido varios intentos de robos, e incluso le han sustraído casi la totalidad del vallado que le había colocado recientemente la delegación territorial de educación. Sin ir más lejos, el pasado lunes se llevaron una de las pocas partes de la valla que quedaba, por lo que la situación a día de hoy del centro es de total indefensión.

A estos hechos hay que añadir las andanzas de un nutrido grupo de menores que merodean la zona y que en las últimas fechas han sembrado el pánico en la comunidad educativa que asiste a clase por la tarde. Los niños, de entre nueve y diez años, se dedican a lanzar piedras por la zona, una situación que pese a las denuncias efectuadas tanto por el alumnado como por el propio centro sigue sin controlarse.

La directora del centro, Mariló Martín, asegura que lo que se está viviendo "no es normal, sobre todo por la tarde porque por la mañana todo funciona con normalidad, pero por la tarde, con este grupo de adolescentes, estamos en un sinvivir".

De hecho, según apunta la máxima responsable del Ceper, "hay algunos profesores que tienen mucho miedo, y a la salida de su horario laboral, a eso de las diez de la noche, tienen que esperarse mutuamente porque están aterrados".

El alumnado, por su parte, ha denunciado que la instalación está sin luz trasera desde hace meses, un asunto que no se ha solucionado pese a haberse solicitado al Ayuntamiento. Asimismo, reconocen que casi nadie "aparca los coches cerca del colegio, lo hacemos un poco más lejos, porque nos da miedo que hagan destrozos con las piedras".

Otro grupo de empleados que a diario trabajan en el Ceper, caso del portero y de la limpiadora que acude por la mañana a la instalación, también han denunciado situaciones delictivas, "incluso la limpiadora, que llega a las siete y media de la mañana aquí, se ha encontrado alguna que otra vez a gente dentro del patio", comenta la directora.

La comunidad educativa ha solicitado a las autoridades competentes una solución inmediata "porque además de ser menores, los tienen perfectamente localizados, ha habido alumnos que incluso los han grabado y se lo han enviado a la Policía, pero ni por eso".

Además de corroborar toda esta situación, la asociación de vecinos lamenta también que en la zona donde estos jóvenes se sitúan cada tarde, hay una torreta de luz donde están los interruptores de los focos de la pista deportiva. Ya hemos dicho que lo quiten de ahí porque los tocan y manipulan a diario y cualquier día va a pasar algo grave", asegura la presidenta Paqui Pazos.

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