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Jerez

Terapias alternativas para una vida plena y libre

  • Una asociación jerezana trabaja en el tratamiento de la drogadicción a través de las medicinas occidental y oriental

Orgulloso. Éste es el sentimiento que mueve a Rafael Domínguez a seguir con su vida. Bueno, esto y sus dos hijos. Con tan sólo 25 años, acaba de pasar a la fase A, la de reinserción, después de muchos meses en Proyecto Hombre, para conseguir al final salir del infierno de las drogas. "Estoy muy contento. Llegue aquí porque no tenía un gran futuro. Estaba en la calle, muy mal con la familia y enganchado. Lo he hecho por mis gemelos. Más que satisfecho, estoy orgulloso", cuenta.

Rafael es una de los muchas personas que, gracias a la labor de Proyecto Hombre, ha conseguido dejar atrás una vida a la deriva. Aunque en su fase de tratamiento ha recibido además el apoyo de la asociación Vida Plena, entidad que trabaja conjuntamente con Proyecto Hombre, y que se encarga de ofrecer terapias alternativas para el tratamiento de la drogodependencia, relacionadas con la medicina occidental tradicional (naturopatía, homeopatía, herbalismo), la medicina oriental tradicional (herbalismo chino e indio, ayurveda, acupuntura), técnicas de salud como el shiatsu, el masaje, o la reflexología, psicoterapia de escuelas humanistas y existencialistas (transpersonal, gestalt, psicosíntesis, bioenergética), y actividades de crecimiento personal como el yoga, la meditación, el tai chi, la musicoterapia, arteterapia, etc., todo ello apoyado en la medicina occidental moderna.

"He visto un cambio un mí. Es cierto. Gracias a este tipo de terapias he podido encauzar mejor estos momentos difíciles de mi vida", asegura Rafael.

Vida Plena, asociación sin ánimo de lucro, nace en 2002 en Madrid. El objetivo es llegar a tener una comunidad terapéutica en la que el drogodependiente pase por todas los procesos. Pero, hasta que llegue ese momento, Vida Plena está dando sus primeros pasos. En Madrid se empezó a colaborar con asociaciones que ya trabajaban con drogodependientes y con voluntarios. Allí, la aceptación de los usuarios fue muy buena. Mayte Gómez es la presidenta de esta entidad, y decidió darle un empujón a la iniciativa. Eligió venir al Sur, a Jerez, porque Andalucía es una de las regiones donde más se ha avanzado en terapias alternativas. Hizo un mailing a terapeutas andaluces, al que contestó un grupo de personas, que se reunió en El Puerto. Allí se plantearon las ideas y surgió este proyecto. Son un total de ocho socios, a la espera ahora de un local, ya sea cedido por el Ayuntamiento o por una entidad privada, para que ese gran sueño de tener una comunidad terapéutica se haga realidad. Por lo pronto, han recibido la ayuda de Cajasol, Bancaja, la Junta de Andalucía y Seguros Axa, entre otras.

Luis Aibar es el secretario en Andalucía de Vida Plena, y es el encargado de impartir la terapia cráneo sacral. Y aunque su profesión es la de docente, dedica por muy poco (una remuneración mínima), varias horas a la semana a la comunidad de El Faro, de Proyecto Hombre. "La gente ha reaccionado muy bien. Los usuarios tienen cada uno su terapia, y la verdad es que se vuelcan con la iniciativa", comenta Luis. "Lo que hacemos con estas terapias es dotar o recuperar la energía de la persona que se había perdido", apunta el secretario.

Ana León es educadora en la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre El Faro, donde ejerce también como subdirectora. Considera que desde Vida Plena "ayudan a los usuarios a conectarse con ellos mismos, a pararse y ver qué están sintiendo, a reencontrarse. Ambas entidades nos complementamos muy bien".

Además de impartir estas terapias en la comunidad de Proyecto Hombre, Vida Plena cuenta desde hace muy pocos días con la posibilidad de ir a la 'casas' de Proyecto Hombre para atender también a los usuarios en las primeras semanas de ingreso en la entidad, las más duras del proceso.

Vida Plena busca ahora la colaboración de los ciudadanos, ya sea a través de donativos, o en la labores de gestión y administración de la ONG, o profesionales de cualquier terapia alternativa que puedan trabajar directamente con drogodependientes (Información: www.vida-plena.org).

Fabián Navarro tiene 34 años, está casado y es padre de un niño de 5 años. Llegó a Proyecto Hombre desde prisión. Ex politoxicómano, entró aquí hace 10 meses. Ya ha finalizado la fase de comunidad y ahora se encuentra en la fase de reinserción, es decir, enfrentarse de nuevo a la vida real. "Ahora me siento preparado, pero es duro regresar a la calle, adaptarse. Las terapias de Vida Plena te ayudan a continuar la jornada, que sigue siendo dura".

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