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'Tío Pepe en Rama' y llovido del cielo

  • González Byass presenta en Sevilla la novena edición de su fino en rama, "armonía perfecta" que expresa "toda la fuerza de nuestra tierra"

  • La casa jerezana se luce en la original puesta en escena

Por si alguien tenía alguna duda aún del interés que despierta el jerez allá por donde asoma, sirva la presentación el jueves por la noche en la Casa de Pilatos de Sevilla, en vísperas del inicio de la Feria de Abril, de la novena edición del 'Tío Pepe en Rama' como muestra. Si antes había que arrastrar, literalmente, a la gente para este tipo de actos, ahora hay lista de espera para figurar entre los invitados.

Cómo han cambiado las cosas.

Da gusto oír hablar a la gente, sobre todo profesionales de la restauración, de los vinos de Jerez. Conocen las bodegas, a sus enólogos, las marcas y los distintos tipos, no ya los básicos, sino las especialidades como los finos en rama, las manzanillas pasadas y hasta los nuevos jereces no amparados por la Denominación de Origen.

Más que presentación, cabe hablar de espectáculo con una cuidada puesta en escena en la que el enólogo de González Byass, Antonio Flores, engatusó con su verso fácil y su sabiduría a la audiencia, entregada a la causa sin que la persistencia de la lluvia fuese impedimento para el disfrute de una velada redonda, como redondo es el vino que la protagonizó.

"Es lo mejor de lo mejor y esa flor que impide la oxidación y hace único a nuestro vino también hace que el Tío Pepe en Rama tenga este color oro, brillante, intenso y que en la nariz nos ofrezca todos los aromas de nuestra varietal, la palomino fino. Aromas a frutos secos, a panadería, a sal, a mar, a minerales. Y en boca es intenso, profundo, largo.

"Dentro de esta botella está la fuerza de nuestra tierra, el silencio de la bodega, el sol, la sal, la lluvia y el viento. Todo eso es 'Tío Pepe en Rama', que cuando conquista tú corazón te habla, te susurra, te acaricia, te cuenta todos sus secretos y te hace suyo para siempre", recitó Flores.

A modo informativo, el enólogo explicó que este vino es fruto de "la selección de 62 botas para su embotellado en Rama de entre las 20.000 botas de las dos soleras fundacionales de 'Tío Pepe'. Es lo mejor de lo mejor y la flor que impide la oxidación hace que el 'Tío Pepe en Rama' tenga este color oro, brillante, intenso y que en la nariz nos ofrezca aromas a frutos secos, a panadería, a sal, a mar, a minerales. Y en boca es intenso, profundo, largo...".

La nueva saca del 'Tío Pepe en Rama', como sus predecesores, eleva el listón en el reto anual de superación que la casa jerezana inició casi por casualidad hace cerca ya de una década, cuando un comprador de vinos británico de visita en la bodega sugirió hacer algo nuevo. La sugerencia dio pie a una lluvia de ideas, entre las que triunfó la posibilidad de embotellar el vino tal cual sale de la bota, como el que el cliente anglosajón tuvo oportunidad de catar en aquella visita.

Nació así el 'Tío Pepe en Rama', de forma casi anecdótica, detalló el vicepresidente de González Byass, Pedro Rebuelta, durante la presentación, en la que significó que aquella primera edición se vendió íntegramente en Inglaterra y en apenas 48 horas.

Los González llevan en su ADN el espíritu innovador, heredado del fundador Manuel María González. Pero tan innovador es la enseñanza del fundador de "introducir las novedades que nos ayuden a mejorar nuestros vinos y dar al consumidor lo que busca", como el hecho de que "después de cinco generaciones también nos podamos permitir mirar atrás y ver lo que hacían nuestros abuelos y bisabuelos para sacarlo de la bodega, no dejarlo como un tesoro oculto", que es el caso de 'Tío Pepe en Rama', indicó Rebuelta.

El 'Tío Pepe en Rama' enlaza con la tendencia de aumento de valor de los vinos del Marco, la línea ascendente que necesariamente tiene que llegar algún día a la viña para cerrar el círculo del jerez. Ojalá así sea más pronto que tarde.

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