El cargado ambiente laboral de Jerez se crispó ayer definitivamente cuando un numeroso grupo de trabajadores de Urbanos Amarillos irrumpió en el Consistorio sobre las diez y media de la mañana en el Consistorio para reclamar el dinero pendiente. Allí se sentaron. En las puertas protestaban a la vez numerosos policías locales fuera de servicio (convocados por el SIP) que emplearon una bocina neumática para hacerse oír y reclamar la nómina de septiembre. Los agentes iban ataviados con camisetas amarillas e hicieron uso de silbatos a diestro y siniestro durante la concentración.

El conflicto fue calentándose por momentos: parte de los trabajadores de los autobuses quiso irrumpir (lográndolo algunos) luego en el patio principal del Ayuntamiento forcejeando con los pocos policías locales (los que estaban de servicio) que los contuvieron a duras penas cerrando una puerta de madera. Pero otro grupo, mucho más numeroso, logró finalmente forzar la puerta de verja del Ayuntamiento y entró en el patio.Varios agentes del 092 aprovecharon para colarse también en el 'asalto'.

Los policías locales de servicio cerraron el paso en las escaleras que conducen al salón de Alcaldía y luego recibieron un refuerzo del Cuerpo Nacional de Policía (escaso también) para evitar una posible 'toma de la Bastilla'. Pese a lo caliente del ambiente, el incidente acabó sin detenidos. Las dos puertas sí sufrieron daños.

Trabajadores de los autobuses dijeron que la entrada en las dependencias municipales fue "una acción sorpresa, no preparada" mientras que su portavoz, José María Romero, indicó que "es el Ayuntamiento quien tiene que solucionar el problema".

Los afiliados al SIP estuvieron más de una hora haciéndose escuchar en la calle Consistorio. Los empleados de Urbanos (que permanecen de huelga) corearon dentro del Ayuntamiento gritos como "Queremos cobrar" para seguir con "A por ellos, oé; a por ellos, oé"; y rematar con "PSOE y PP, la misma mierda es". "Tú sí que cobras", en referencia a la alcaldesa. Los policías locales que se manifestaban fuera se mostraron más comedidos pero también entonaron el "Queremos cobrar". Posteriormente acudieron trabajadoras de Acasa y algunos de la empresa de componentes electrónicos Visteon, que no entraron en el Ayuntamiento.

"Como se ponga tonta (en referencia a la alcaldesa María José García-Pelayo) nos quedamos aquí, no nos vamos hasta las ocho de la tarde", dijo el líder de CCOO, José Manuel Trillo. Sin embargo, la ocupación terminó sobre la una de la tarde.

Por su parte, el portavoz del SIP, Miguel Ángel Periñán, reiteró que "nosotros, cuando entró este equipo de gobierno, le dejamos un margen de confianza y cortesía, pero han pasado varios meses y no se ha cobrado nada. Y lo peor es que el mes que viene puede ser peor. Nuestra paciencia no es infinita. Sabemos perfectamente que es un problema que se ha encontrado la alcaldesa, pero queremos cobrar: somos padres de familia y tenemos hipotecas. Además, nos han llegado noticias de que han entrado varias personas como porteros de colegio. Es una cosa que no entendemos cómo se puede hacer: cuando dicen que sobra gente y que no hay dinero para pagar, meten a trabajadores en el Ayuntamiento".

Periñán reiteró también las críticas del SIP al plan de ajuste municipal: "Entendemos que está mal planteado, es arbitrario, está hecho a la prisa, ya que afecta a gente que sin productividades superan los 40.000 euros, y hay gente que con productividades no llegan a esos 40.000 euros. Si la idea tuya es cortar la productividad no lo estás haciendo realmente, sino que están cortando los sueldos". Luego dijo que "el sueldo actual bruto de un policía con los recortes que nos hizo Zapatero es de 30.000 ó 32.000 euros. La diferencia entre una y otra cantidad es por si incluimos las horas de la bolsa del fin de semana: la plantilla se queda muy cortita y se recurre a pagar servicios extra a otros compañeros".