Jerez

La XI Semana de la Pobreza y Exclusión analiza la inmigración

  • Cáritas abre el ciclo de conferencias con el título '¿Y ahora qué? Una valla al final del camino'

Inicio del ciclo de conferencias de la Semana de la Pobreza, ayer.

Inicio del ciclo de conferencias de la Semana de la Pobreza, ayer.

Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez celebra desde ayer, y hasta mañana miércoles, la XI Semana de la Pobreza y Exclusión titulada '¿Y ahora qué? Una valla al final del camino'. Monseñor José Mazuelos, obispo de la diócesis de Asidonia-Jerez, abrió la undécima edición y Francisco Domouso, director de Cáritas presentó este ciclo afirmando que "queremos impulsar una mirada inclusiva, lejos de los discursos racistas, y xenófobos, tenemos que superar los miedos que nos impiden el encuentro con el otro, con el diferente, el extranjero, ese que es parte de esta gran familia humana". También hizo hincapié en que esta iniciativa se enmarca en la campaña 'Compartiendo el Viaje', que presentó el Papa Francisco el pasado mes de septiembre, ya que "a partir de ahí, nos impusimos la tarea de alentar a la gente a reconsiderar ideas preconcebidas, uniendo migrantes, refugiados y comunidades para cambiar corazones y mentes".

A continuación, presentó al ponente José Manuel Aparicio, profesor de Moral Social de la Universidad Pontificia de Comillas. Haciendo referencia al título de su ponencia '¿Cuál es la economía que mata?' afirmó que "el sistema económico actual, junto al cultural, generan una serie de problemáticas sociales y una de ellas, son las migraciones" y ante ello, "el Papa Francisco en Evangelii Gaudium habla de este tipo de sistemas que generan pobreza y que, en sentido metafórico, matan".

Planteó diferentes perspectivas para hablar de la realidad de la migración, a la que definió, parafraseando al Papa, como "la mayor tragedia desde la II Guerra Mundial". Por ello, insistió en que "el tema de las migraciones no puede afrontarse de una forma unilateral" y profundizando en la perspectiva política, Aparicio afirmó que "el sistema político estatal en el que vivimos está basado en el estado nación frontera, un concepto que se creó hace siglos y que ha sido muy fértil pero que es posible que no esté pensado para tiempos globalizados". A continuación, añadió que "en España tenemos problemas de identificación nacional, de construcción de sociedades, de estabilidad demográfica, de desarrollo económico… lo que demuestra que el problema no lo generan los emigrantes, sino que visibilizan los problemas que ya existen previamente".

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