Jerez

La alcaldesa consigue tiempo frente a los suyos

  • La aprobación del presupuesto le da un respiro ante el continuo cuestionamiento desde su partido

La alcaldesa, montada en un coche que se mueve con gas comprimido generado de aguas residuales.

La alcaldesa, montada en un coche que se mueve con gas comprimido generado de aguas residuales. / pascual

Lunes, once de la noche. Los teléfonos echan humo pero nadie, ni siquiera la alcaldesa, consigue saber si Ganemos cambiará su voto sobre el presupuesto. Se presupone que lo hará pues una reunión de más de tres horas no parece tener otra justificación pero nadie de la agrupación de electores lo confirma. La formación logra así que el hermetismo acordado no se viole hasta que su grupo municipal lo comunique públicamente hasta el mediodía del día siguiente.

La alcaldesa, Mamen Sánchez, conoce la abstención de su socio de investidura cuando va camino de la depuradora de El Portal donde la empresa Aqualia presenta un sistema para generar gas comprimido a partir de aguas residuales que sirve de combustible para vehículos. A la regidora se le aprecia aliviada; ha logrado superar una dura prueba, no solo a nivel institucional sino también en clave de partido.

Más allá de lo que supone contar con un documento contable actualizado -aunque era impensable de que el gobierno se inmolara dejando caer el teatro Villamarta por mucho que insistiera en que no había alternativas-, la regidora ha logrado calmar, al menos temporalmente, el ruido y la continua duda que existe en torno a su gestión.

Por mucho que se guarden las apariencias, la primer edil sigue sin contar con el apoyo de los que mandan en el PSOE y un nuevo rechazo al presupuesto hubiera alimentado aún más las voces críticas, que aprovecharon el fiasco de la reincorporación de los despedidos del ERE municipal en 2012 para empezar a coger posiciones. Estaba claro que el partido no iba a hacer ningún cambio en el ayuntamiento -eso hubiera mostrado una posición de debilidad frente a los socios de investidura que pedían la cabeza de Sánchez- pero se estaba contribuyendo a agrandar la debilidad de un gobierno por lo que la ejecutiva regional hizo un gesto de apoyo externo para poner orden ante la marejada interna. Ya lo dijo un alto dirigente de este partido a este medio hace más de un mes: "Ahora no toca".

Sin embargo, un nuevo rechazo al presupuesto hubiera dado nuevos argumentos a estas voces discordantes, de aquí que Sánchez se jugara algo más con la decisión de Ganemos. La alcaldesa ha ganado tiempo frente a los suyos, aunque aún le queda mucho por demostrar puesto que tiene ante sí la obligación de revertir el perfil bajo que está manteniendo el ejecutivo hasta ahora. Toca renegociar nuevos ajustes con el Ministerio de Hacienda, sacar otro presupuesto en poco menos de cuatro meses y buscar una cierta estabilidad en su gobierno recomponiendo el diálogo con los socios, además de empezar a liderar proyectos que le permitan vender gestión.

Mamen Sánchez tiene en el Ayuntamiento su único salvavidas: una situación normalizada la refuerza internamente en su partido y una parálisis en la gestión de los asuntos municipales la debilita notablemente ante una ejecutiva que no está dispuesta a darle margen para el error. Con la abstención de Ganemos ha conseguido tiempo, ese que algunos de los suyos no están dispuestos a concederle.

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