En septiembre de 1986 y promovido por los movimientos de renovación pedagógica, nació el Centro de Profesorado de Jerez. En aquel momento eran muchos los docentes interesados en que la profesión tuviera una formación continua y constante, de ahí la proliferación de estos centros, hoy día indispensables para los educadores. “Algo había que hacer”, asegura José Juan Domínguez, director del CEP Jerez, que entiende que en los primeros años “existía una necesidad, y cuando hay una necesidad la aceptación es buena. Ya había movimientos anteriores, sólo había que reconducirlos y darle las funciones que ha ido teniendo a lo largo de los años”, apunta. Su estructura inicial se apoyaba en la figura del coordinador, y posteriormente, a partir de 1997, en el director, es decir, “el organigrama pasó a ser similar a la de los centros educativos actuales, con una dirección, una vicedirección y una secretaría”, asegura José Juan Domínguez. Hoy día, la Consejería de Educación regula este tipo de instituciones, que en toda Andalucía alcanza la cifra de 32 y a nivel provincial va en función del número de profesores. El CEPde Jerez es actualmente el cuarto en número de profesorado a atender, ya que engloba a 5.550 docentes. “Por delante sólo está Sevilla, que es un monstruo de más de diez mil profesores, Málaga, Córdoba y después nosotros”. Atiende a nueve localidades que son la propia ciudad y sus pedanías, Rota, Sanlúcar, Chipiona,Trebujena, Paterna, San José del Valle, Medina Sidonia y Benalup-Casas Viejas, algo que traducido en centros educativos son 205. “Sólo en Jerez se atiende a más de cuatro mil profesores, porque ahí están incluidos los centros públicos y los centros sostenidos con centros públicos, es decir, los privados-concertados”, explica su director. La plantilla actual del CEP Jerez la conforman 19 personas, dieciséis de ellas dan asesoramiento a Infantil, Primaria, Secundaria, Necesidades Educativas Especiales yFormación Profesional, y tres de ellas realizan labores de administración y servicios. Durante estos treinta años, “el profesorado ha ido aceptando y sintiendo a los Ceps como algo suyo. No hay que olvidar que son profesores con inquietudes personales, gente muy dinámica, con muchas ganas de formarse y sobre todo de formar al resto de sus compañeros”, destaca Domínguez. Además, el perfil del docente ha cambiado “pero siempre avanzando de manera positiva.Ha habido un cambio metodológico en los últimos años, eso del profesor que lo sabe todo no existe, y a veces incluso el profesorado va por delante de la administración cuando se habla de cambios”, asegura Carmen Sotelino, vicedirectora del CEP Jerez.El funcionamiento del CEP Jerez se basa en dos modelos, la autoformación y la formación. “La autoformación está dentro de los centros y sucede cuando un grupo de profesores considera que se tiene que formar en un aspecto concreto (lectura, Tics....). Nosotros le aportamos asesoría de expertos para que sea de calidad. En ese aspecto estamos muy orgullosos porque en Jerez tenemos 252 grupos de trabajo”, explica Sotelino.“Aparte, nuestro plan promueve actividades que organizamos en función de lo que nos dicen los centros que necesitan, es decir, cursos, jornadas, encuentros...A esas actividades viene el profesorado de manera voluntaria y en su tiempo libre. Eso es lo que hay que valorar porque a veces se termina a las tres de la tarde en el instituto y a las cinco está en el CEP”, prosigue. Sin salirse de las líneas que marca la Consejería, el CEP Jerez presume de apostar por otros aspectos. “Este año por ejemplo estamos haciendo hincapié en la innovación, creatividad, tecnologías y en el bilingüismo. También estamos muy orgullosos de la apuesta que empezamos hace 15 años con el tema del flamenco o del Congreso de Literatura de la Caballero Bonald”. Durante estas tres décadas, el éxito de esta institución radica en que “siempre se ha valorado lo que estaba hecho con anterioridad”, incide Domínguez. “En este país tiene un defecto, que cuando llega alguien nuevo, lo anterior todo es desechable. Eso me parece una insensatez, porque todo no se hace mal”. Del mismo modo, los cambios más notables han tenido que ver con “con abordar las necesidades reales en los centros” y sobre todo “con la creación de las asesorías de referencia, es decir, un asesor asignado a un centro cada 4 años”.