Jerez

"El piso sale ardiendo de repente, es de locos, así no se puede vivir"

  • Un piso bajo de la zona de Puertas del Sur sufre su tercer incendio fortuito en apenas dos años

Los bomberos, junto a un husky que necesitó oxígeno. / PASCUAL

En Ramón y Cajal, una vía paralela a la avenida de Puertas del Sur, están convencidos de que su edificio está enfermo. Es más, se ha convertido en un asesino peligroso. Actúa con alevosía, cuando nadie espera que lo haga, y la forma que tiene de actuar es provocando incendios de gran magnitud. Que no haya habido personas fallecidas ha sido un verdadero milagro.

Juan Luis, el propietario del piso bajo F de dicho edificio ha sufrido nada más y nada menos que tres incendios fortuitos en los últimos dos años. A saber: Hace unos dos años en el salón de su caso; la pasada Semana Santa en la cocina y ayer, de nuevo, en el salón. "Ni puedo dormir, es para volverse loco", aseguraba ayer a este medio de comunicación mientras los restos de ese hollín tóxico que se apoderas de las casas incendiadas llenaba su camiseta blanca.

Siete mascotas son rescatadas por los bomberos. Tan sólo se pierde un pajarillo

Con decir que ayer se sentían un poco afortunados está dicho todo. Y es que se sienten afortunados por que la casa no salió ardiendo de noche, como en otras ocasiones, y con ellos, el matrimonio, durmiendo en su cama. En esta ocasión, a eso de las diez de la mañana, le cogió a él trabajando y a ella haciendo la compra del día.

Hace ya tiempo que preguntaron, que consultaron a los técnicos de la Junta de Andalucía acerca de qué puede pasar en este edificio. La Administración autonómica fue la promotora de esas 112 viviendas de marcado carácter social en las que en la actualidad tan sólo hay 18 propietarios. "Parece que a la hora de colocar los cables en muchas habitaciones ni apretaron los tornillos (de las fichas de empalme) y quedan pelillos y cables sueltos que cuando se tocan entre sí provocan cortocircuitos", dice Juan Luis, el propietario afectado. Tardará mucho en volver a dormir en su vivienda. Está inhabitable. La Junta le ha cedido una vivienda en el mismo bloque, un pico que lo único que tiene montado es la cocina. Allá deberá de irse porque las paredes de su piso están repletas de una capa de hollín y el panorama de persianas derretidas es, sencillamente, desolador.

Los más afectados en el incendio fueron sus mascotas. Siete entre perros, gatos y un pajarillo que no sobrevivió a la tremenda humareda encerrado en su jaula. El resto de mascotas lograron salir por sus propios medios. Eso sí, necesitaron de aplicación de oxígeno por parte de los bomberos para que volvieran a respirar con normalidad. Especialmente complicada fue la recuperación de un husky siberiano de pelaje gris y de nombre 'Diablo', que a los pocos minutos se le podía ver caminando por la calle pero con evidentes signos de haberlo pasado muy mal.

En lo que se refiere al incendio en sí, los bomberos atacaron el fuego desde el interior y desde el exterior, ya que había riesgo de que las llamas se propagaran al piso superior. Para frenar el avance de las llamas se utilizaron unos 800 litros de agua. El gran problema fue el humo, que entró también en una vivienda colindante deshabitada. En total, acudieron diez bomberos del parque de Jerez con cuatro vehículos (U-45, R-31, E-19, M-35), portando cuatro equipos de respiración autónoma, mangueras de 25 milímetros, turboventilador y cámara térmica. El servicio se prolongó de las 10,00 horas hasta las 11,30 horas.

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