Jerez

"Aún estamos atrasados en comunicaciones y formación "

El apellido Trillo no pasa desapercibido en el parque de bomberos de Jerez. Hijo de bombero y padre de bombero, Honorio constituye, desde hace 30 años, la segunda de las tres generaciones de su familia dedicada a esta arriesgada profesión.

-¿Cuándo decidió que quería ser bombero?

- Realmente no tuve ni que decidirlo. Desde que yo recuerdo siempre he querido ser bombero. Es algo que he vivido desde chico porque antiguamente los bomberos vivían en el parque y como mi padre lo era yo me he criado en el Parque de Bomberos. De hecho tengo marcas en el cuerpo de cuando aún era muy chico y correteaba por allí y empecé a formarme para esta profesión.

-¿Qué sintió cuando su hijo le dijo que también quería ser bombero?

- Pues mucha satisfacción porque a pesar de que se trata de una profesión de riesgo, debemos verle el lado positivo y pensar que estamos salvando vidas. Él primero se hizo delineante y luego encontró en el parque su verdadera vocación, en la que lleva seis años. Me pide algunos consejos y a mí, por mi experiencia, me gusta dárselos. Es mi mujer la que lo pasa un poco peor pero ya está acostumbrada y lo lleva bien.

-Su padre, que ya está jubilado, ¿ha vuelto alguna vez al parque?

- Sí, lo hizo cuando pusieron el monumento a los bomberos y luego fuimos al parque. Mi padre fue bombero durante 40 años y para él lo más emocionante fue subirse a las escaleras mecánicas pues en su época cargaban corriendo con escaleras normales que se alargaban.

-De todo lo que ha visto usted en 30 años de profesión, ¿qué anécdotas destacaría?

- Una muy curiosa es la de un abuelo que estaba con su nieto en un parque, encuentran unas esposas de policía y el nieto jugando con el abuelo se las coloca y resulta que la cerradura estaba averiada y que el niño las apretó tanto que le estaba cortando la circulación al abuelo. Fueron a la Policía pero no tenían las llaves y en el hospital no tenían el material para romperlas así que fuimos nosotros quienes tuvimos que cortarlas. El hombre pensaba que le íbamos a cortar la mano. También hay muchos casos de gente que se les caen las llaves a una alcantarilla.

-¿Qué evolución ha visto usted en el cuerpo de bomberos desde que empezó hasta ahora?

-Realmente las cosas no han cambiado mucho. A mi me cogió una época de transición en la que pasamos del bombero tradicional al bombero más moderno, que viste ropa ignífuga. Hemos mejorado en seguridad pero aún estamos muy atrasados en comunicaciones, formación e investigación. No tenemos ni siquiera sistemas de gps y perdemos mucho tiempo en preguntar a la gente por el nombre de una calle, sobre todo en una ciudad como Jerez que ha crecido tanto.

-¿Usted y otros compañeros han recuperado el museo de bomberos, ¿a qué se debió esta iniciativa?

- Creemos que es interesante conservar todas las herramientas antiguas desde los primeros cascos y los cubos de agua de 1862 con los que se apagaban antes los fuegos hasta documentos y medallas que se han ido acumulando con el paso de los años. Al igual que el parque, el museo se encuentra abierto a todas aquellas personas que quieran acercarse a conocer un poco más nuestro trabajo. Falta finalizarlo poniéndole a cada material su sinopsis al lado para que la gente lo entienda.

-¿Cómo surgió su idea de escribir un libro sobre la historia de los bomberos de Jerez?

- Nace a raíz de que descubro que los bomberos de Jerez son unos de los más antiguos de España, datados los primeros trabajadores de 1846, y encuentro documentos de gran valor. Quiero encontrar el momento para hacer una segunda parte, con la historia más actual.

-¿Le gustaría que continuara la generación de bomberos Trillo?

- Sí. Tengo una nieta y no me importaría que fuera bombera siempre y cuando sea de las buenas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios