LOS grandes barcos de vez en cuando paran para limpiarse, para purgar sus bodegas. Suelen hacerlo en alta mar, de manera discreta, porque es inevitable que se produzca alguna mancha. Otra cosa es cuando, por el motivo que sea, realizan esta maniobra cerca de la costa porque entonces se entera todo el mundo. Pues así, a pie de playa, con sombrilla, tinto de verano y dominó, parecen comportarse los dos grandes partidos de un tiempo a esta parte: vaciando las bodegas de toda la basurilla de que disponen sobre el rival. El PP llevaba tiempo tocando las narices -vamos a dejarlo ahí- al PSOE, sacando temas de baja intensidad, pero molestos, muy molestos. La semana que concluye, por ejemplo, comenzó con la denuncia de la utilización de personal y medios de Infraestructura en un mitin del PSOE y concluye con un buen upper cut (un gancho) del PSOE al PP al recordar que dos de las tres empresas que estuvieron en la organización de Fitur en 2004 (el único que se celebró con el PP en el poder, ya que el de 2005 lo dejó 'amarrado', pero con otras empresas) están implicadas en la trama de financiación irregular del PP que está investigando el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, una de ellas del famoso Francisco Correa. [Ha llegado el momento de hacer un inciso porque más adelante no va a haber ni tiempo ni sitio: lo del uso de personal municipal ha quedado como un tema menor después de lo de Pelayo, pero estaría bien que la secretaria de Organización del PSOE, Charo Cano, organizara 'en tiempo y forma' sus notas, e incluso que AFO, el acrónimo del concejal que no quiso ser recaudador, diera una explicación que vaya más allá de lo que parece que les pide el cuerpo, que sería algo así como "pero hombre, si esto se ha hecho aquí de toda la vida de Dios", léase de Pacheco]. Pero volvamos al tema de la semana. Lo cierto es que, teniendo en cuenta el actual clima políitico, la oportunidad la pintan calva: un tema con 'paraguas' nacional, con Garzón y Correa... ah, y además contra García-Pelayo... hummm... ah, que también hay presuntas irregularidades en la forma en que se llevó a cabo la contratación... Es el sueño hoy por hoy de cualquier socialista de Jerez, para, voilà, un buen misil que esta vez sí cuenta con todas las bendiciones del regional. Pero este tema del 'Fitur del PP' no viene de ahora. Ya en su día, en enero de 2004, Pacheco expresó sus dudas sobre cómo se había llevado a cabo la contratación, aunque apuntando al flanco de Cuberos Comunicación, responsable del famoso eslogan 'Vivencia, Esencia, Venencia', poniendo en duda la gratuidad de los servicios que 'oficialmente' prestó este consulting de un ex alto cargo del partido. Para estudiar el tema -al margen de las irregularidades que se hayan podido producir y sobre las que será la Justicia la que se pronuncie- hay que ubicarse en aquel feliz arranque de 2004. El PP gobernaba en Madrid, eran tiempos de bonanza económica y desde hacía varios meses una joven alcaldesa, al frente de la ciudad 27 del Estado, era recibida con alfombra roja en todos los ministerios. García-Pelayo apostó ese año por hacer un gran despliegue en Fitur y, efectivamente lo consiguió. Hay que recordar que fue el primer año que hubo caballos en la plaza Mayor de Madrid, lo que supuso, sin duda, una importante promoción para Jerez, una fórmula, por cierto, la de los caballos, que mantuvo Pilar Sánchez cuando llegó al poder. Esto tuvo un coste, claro, más de 400.000 euros, que se dieron por bien empleados, dinero que se facturó a dos empresas especializadas en eventos... organizados para Administraciones gobernadas por el PP. Todo indica que García-Pelayo hizo una consulta en el partido sobre lo que quería y le remitieron a Cuberos en materia de comunicación y a las otras dos empresas para la organización e infraestructura. En realidad, esta es una práctica habitual en los dos grandes partidos, que hoy por hoy tienen tanto entorno como siglas. Otra cosa es cómo ha gestionado García-Pelayo la crisis. Su crisis. Este humilde cronista a veces tiene la sensación de que García-Pelayo tiene entre sus principales asesores a Salvador León. El numerito del encierro de tres horas en el Ayuntamiento lo único que ha conseguido ha sido tener sitio en los telediarios nacionales para relacionar directamente el hecho con la trama de corrupción que investiga el juez Garzón. Si se hubiera ido tranquilamente a su casa o a la sede del PP a esperar el expediente se habría ahorrado portadas y minutos de radio y televisión que sólo han servido para acercarla a la investigación, en lugar de que se hable solo de alguien que contrató con prisas a una empresa que luego ha resultado -presuntamente- que era multiusos. Pero todo esto nos lleva de nuevo a un clásico de esta sección, al gran González Cabaña y su frase "estas cosas se sabe cómo empiezan, no cómo terminan".