El primer día de huelga del transporte urbano se convirtió ayer en una jornada de enfrentamientos entre comunicados. Unos hablan de "desmesurado conflicto alejado de la realidad", mientras que otros de "recortes" y "manipulación de la información". Empresa y comité se alzaron en una batalla por ser el primero en 'lavarse' las manos ante los ciudadanos, unos usuarios que fueron los más perjudicados en este conflicto. "Nosotros estamos abiertos a solucionarlo en el momento que quieran, porque somos los menos interesados en esta situación. Demasiado está sufriendo el pueblo de Jerez con el servicio que este Ayuntamiento le está dando como para que lo empeoremos con la huelga", declaró el presidente del comité, José María Romero. La otra 'cara' vino con la dirección de Urbanos de Jerez, desde donde lamentaron "profundamente las molestias que este desmesurado conflicto, alejado de la realidad y de la situación económica actual, pueda causar a los usuarios del servicio, situación a la que se ha llegado pese a la buena voluntad negociadora de la empresa".

Un comité indignado por las declaraciones del pasado lunes de la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, resaltó que esta convocatoria de huelga no viene sólo por la negociación del convenio, "sino porque se están incumpliendo once puntos del documento actual, entre los que está la negociación", declaró Romero. Entre estos artículos se encuentra la no contratación de personal a través de la bolsa de trabajo; la no constitución del comité de seguridad y salud; la jubilación anticipada o parcial; la obligatoriedad de facilitar cambio a los conductores; el fondo de necesidades para el personal y los seguros de vida, entre otros. "Esta empresa cree que ha venido a un cortijo, que ellos son los dueños y pueden hacer lo que quieran, pero no es así. Aquí hay unas normas que cumplir y si nosotros trabajamos nuestras horas la otra parte tiene que cumplir en la misma proporción", destacó el presidente.

La plantilla recordó además que los anticipos de 200 euros los días 10 y 20 de cada mes tampoco se están efectuando, no se está cumpliendo con los días de descanso y el personal no cuenta con los cuadrantes de trabajo. "Desde que entró la nueva empresa hay recortes. Por ejemplo, con Cojetusa había en la calle 55 autobuses, con Urbanos Amarillo, 39. Todo es por economizar y ni al Ayuntamiento ni a la empresa le está importando lo que sufren los ciudadanos", señaló Romero.

Con el objeto de poner sobre la mesa los 'males' del servicio, el comité explicó que en materia de seguridad y limpieza la empresa roza incluso la ilegalidad. "Se ha metido a personal extranjero para ciertas labores y, aunque no tengo nada en contra de ellos, creo que tienen menos papeles que un conejo de campo", denunció el presidente del comité. Tras esta declaración, el secretario local de CCOO, José Manuel Trillo, señaló rápidamente que "aquí se está utilizando la condición de extranjero para ahorrarse dinero y si eso se confirma se está llegando a una ilegalidad. Eso lo vamos a saber en pocos días y lo pondremos en manos de la autoridad civil".

Ante la afirmación de la delegada de Movilidad de que la argumentación del comité de empresa por convocar la huelga no es válida "al haber cobrado", el comité y sindicato criticaron duramente sus palabras. Tanto es así, que Trillo apuntó que la responsable municipal había provocado un enfrentamiento entre trabajadores y jerezanos en lugar de permanecer imparcial ante el conflicto. "Lo que ha hecho es echar más leña al fuego, posicionarse hacia una parte y perder la neutralidad. En este caso se ha equivocado porque no ha unido, más bien al revés", declaró el sindicalista. Pero Trillo no se quedó sólo en instar a Martínez a "cambiar de posición", sino que además solicitó al Ayuntamiento que inspeccione los autobuses. "Los vehículos salen a la calle en mal estado. Las ruedas no tienen dibujo y un día vamos a tener un problema, hay otros que van con los frenos muy limitados, que no tienen calefacción, aire acondicionado... Que se dé cuenta de que está poniendo en la calle autobuses que no deberían estar en uso y cuando pase algo a ver quién es el culpable", resaltó el secretario local. Además, vaticinó que puede llegar el día en el que el trabajador decida "parar la producción y abandonar su puesto porque entienda que su vida o las de otros están en riesgo".

La dirección de Urbanos Amarillos también quiso pronunciarse ante el inicio del conflicto y calificó de "injustificada e injustificable" la huelga de la plantilla. La empresa manifestó que durante los poco más de dos meses que lleva gestionando el servicio "se ha cumplido fielmente con el contrato que tiene en vigor con el Ayuntamiento, dando continuidad al servicio, realizando mejoras y subsanando deficiencias, tanto de las instalaciones como en los vehículos y efectuando los pagos puntualmente". Por tanto, la dirección manifestó que no existe "motivo ni causa laboral, salarial o sindical alguna para la realización de esta huelga" y no entiende la actitud y estrategia del comité de los trabajadores.

La dirección de Urbanos de Jerez cree además que la protesta es "absurda", ya que su convocatoria se "justifica" -según el comité- en que la empresa pretende incluir la salvedad de que "la legitimidad y eficacia de los acuerdos alcanzados en el seno de la mesa negociadora del convenio [ambas partes convenían en que debía constituirse el próximo 25 de febrero], debían estar supeditados a la adjudicación definitiva de la concesión del servicio de transporte a Urbanos de Jerez".

Lo cierto es que ya el comité ha anunciado que no se quedará de brazos cruzados ante la firma definitiva del servicio y anuncia que si la empresa va a esperar hasta abril "para sentarse con nosotros, estaremos en huelga hasta ese momento".